Agencia AP
El papa Benedicto XVI, en buen estado de salud pero al parecer cansado y un poco inseguro en sus movimientos, dio su bendición tradicional de Navidad el viernes, horas después de haber sido derribado por una mujer que por segundo año seguido saltó una valla durante la misa de Nochebuena para acercarse a él.
El Vaticano dijo que el pontífice de 82 años no sufrió lesiones y que cumpliría con su apretada agenda de Navidad.
Sin embargo, el cardenal francés Roger Etchegaray, de 87 años y larga carrera como diplomático del Vaticano, sufrió una fractura de cadera el caer durante el incidente ocurrido en la Basílica de San Pedro y deberá ser operado en el hospital Gemelli de Roma, dijo el vocero Federico Lombardi.
El Papa se veía un tanto inseguro el viernes al acercarse a su silla en el balcón sobre la plaza de San Pedro para dar su bendición de Navidad. Un asistente lo ayudó a sostenerse.
Pero luego abrió sus brazos, bendijo a la multitud y dio su discurso "Urbi et Orbi" (A la ciudad y al mundo) sin problemas. Siguió con saludos navideños en 65 idiomas que desataron ovaciones de la multitud.
Es la segunda vez. Lombardi dijo que la agresora es la suizo-italiana Susanna Maiolo, de 25 años, quien sufre problemas psiquiátricos y que protagonizó un incidente similar en la misa de Nochebuena del año pasado. Maiolo no estaba armada y fue llevada a una clínica para ser tratada, agregó.
Es la misma mujer que al final de la misa de gallo del 2008 también saltó unas vallas, aunque esa vez fue rápidamente arrojada al suelo por guardias de seguridad, sin llegar hasta el Papa. En ambas ocasiones, la mujer vestía un abrigo rojo.
El jueves, Maiolo saltó una valla y se lanzó hacia el Papa cuando éste caminaba por el pasillo principal para dar inicio a la misa. Los guardias de seguridad la derribaron, pero llegó a tomar la túnica del pontífice y hacerlo caer al suelo junto a ella, de acuerdo con un video de un testigo obtenido por la agencia de noticias The Associated Press.
Al caer, Benedicto XVI perdió su mitra y su báculo. Se quedó unos segundos en el piso antes de que lo ayudaran a levantarse. En ese momento algunas personas gritaron "¡Viva el Papa!" y varios más lo animaron.
Fue la primera vez que un posible atacante llegó a tocar al líder católico en sus cinco años de papado. Analistas de seguridad han advertido que el pontífice suele estar desprotegido en sus apariciones públicas.
Tras ponerse en pie, el pontífice, ayudado por guardias a cada lado, retomó su caminata hacia el altar para comenzar la misa. Se veía un poco perturbado y se sentó con dificultad, apoyándose en el brazo de su silla.
Benedicto XVI no hizo comentarios sobre el incidente cuando comenzó la misa ni tampoco lo hizo el viernes.
El papa Benedicto XVI, en buen estado de salud pero al parecer cansado y un poco inseguro en sus movimientos, dio su bendición tradicional de Navidad el viernes, horas después de haber sido derribado por una mujer que por segundo año seguido saltó una valla durante la misa de Nochebuena para acercarse a él.
El Vaticano dijo que el pontífice de 82 años no sufrió lesiones y que cumpliría con su apretada agenda de Navidad.
Sin embargo, el cardenal francés Roger Etchegaray, de 87 años y larga carrera como diplomático del Vaticano, sufrió una fractura de cadera el caer durante el incidente ocurrido en la Basílica de San Pedro y deberá ser operado en el hospital Gemelli de Roma, dijo el vocero Federico Lombardi.
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El Papa se veía un tanto inseguro el viernes al acercarse a su silla en el balcón sobre la plaza de San Pedro para dar su bendición de Navidad. Un asistente lo ayudó a sostenerse.
Pero luego abrió sus brazos, bendijo a la multitud y dio su discurso "Urbi et Orbi" (A la ciudad y al mundo) sin problemas. Siguió con saludos navideños en 65 idiomas que desataron ovaciones de la multitud.
Es la segunda vez. Lombardi dijo que la agresora es la suizo-italiana Susanna Maiolo, de 25 años, quien sufre problemas psiquiátricos y que protagonizó un incidente similar en la misa de Nochebuena del año pasado. Maiolo no estaba armada y fue llevada a una clínica para ser tratada, agregó.
Es la misma mujer que al final de la misa de gallo del 2008 también saltó unas vallas, aunque esa vez fue rápidamente arrojada al suelo por guardias de seguridad, sin llegar hasta el Papa. En ambas ocasiones, la mujer vestía un abrigo rojo.
El jueves, Maiolo saltó una valla y se lanzó hacia el Papa cuando éste caminaba por el pasillo principal para dar inicio a la misa. Los guardias de seguridad la derribaron, pero llegó a tomar la túnica del pontífice y hacerlo caer al suelo junto a ella, de acuerdo con un video de un testigo obtenido por la agencia de noticias The Associated Press.
Al caer, Benedicto XVI perdió su mitra y su báculo. Se quedó unos segundos en el piso antes de que lo ayudaran a levantarse. En ese momento algunas personas gritaron "¡Viva el Papa!" y varios más lo animaron.
Fue la primera vez que un posible atacante llegó a tocar al líder católico en sus cinco años de papado. Analistas de seguridad han advertido que el pontífice suele estar desprotegido en sus apariciones públicas.
Tras ponerse en pie, el pontífice, ayudado por guardias a cada lado, retomó su caminata hacia el altar para comenzar la misa. Se veía un poco perturbado y se sentó con dificultad, apoyándose en el brazo de su silla.
Benedicto XVI no hizo comentarios sobre el incidente cuando comenzó la misa ni tampoco lo hizo el viernes.