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Despues de esto siguen con las telefonicas... y bueno que le vamos a hacer estos son los gobernantes que tenemos... nos quitan el poder de elegir que medios ver, que canales, si queremos ver cine/TV internacional o nacional, etc, etc, etc... y me vienen a hablar de democracia, por favor... despues veamos si vamos a poder hablar siquiera por telefono... digo y solo digo por que no laburan en cosas muchas mas importantes como lo es la energia, el combustible, sin dejar de lado a la educación, la industria, los servicios sanitarios, etc, etc... ARGENTINA que PAIS GENEROSO... y si notan demasiados puntos suspensivos (...) son por que este pais es asi, ya que siempre hay que tener un poco de imagación... asi como estan tratando de hacer que un pais netamente capitalista se convierta de un dia para el otro en un pais socialista... mas puntos suspensivos.
Es solo mi humilde opinion, no quiero ni espero que nadie sea ofendido.
Eso si la inconstitucionalidad es demasiado evidente, pero a todos les chupa un huevo, o mejor dicho le importa tres cominos.
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El kirchnerismo aprobó en general la Ley de Medios y empieza el debate punto por punto en el Senado (clarin)
Tal como se preveía, se impuso cómodamente con 44 votos a favor y 24 en contra. Ahora discuten las modificaciones que quiere introducir la oposición. Pero el oficialismo confía en aprobarla tal como la quiere el Gobierno de Cristina.
Pasada la medianoche y después de 16 horas de un debate pleno de contrapuntos, el kirchnerismo aprobó en general la Ley de Medios en el Senado sin ningún tipo de sobresaltos, gracias a su propio número y al apoyo de algunos aliados, con los que logró 44 votos a favor frente a los 24 que hubo en contra. Los legisladores ya iniciaron el debate punto por punto del articulado del texto. Y, aunque con menos holgura, el oficialismo confía en que también allí impondrá su mayoría para rechazar todos y cada uno de los cambios que reclaman la oposición y algunos senadores K.
El debate se inició, a las 10:30, en un clima tenso por las sospechas que generaron en las últimas horas los cambios de voto intempestivos -el más escandaloso es el caso de la cobista correntina María Dora Sánchez, cuyo viraje quedó envuelto en sospechas de estar ligado a la muerte de un empresario vinculado al gobernador provincial Arturo Colombi; el otro es el del bussista tucumano Carlos Salazar-. Mientras tanto, afuera de la sede del Congreso permanece un nutrido grupo de organizaciones oficialistas encabezadas por el piquetero K Luis D'Elía.
La discusión del proyecto –cuestionado por constitucionalistas y entidades periodísticas, entre ellas la de Editores de Diarios (ADEPA) y la AIR (Asociación Internacional de Radiodifusión), y empresarias, como AEA- se vio enrarecida además por los aprietes del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, sobre los representantes del Gobierno en Papel Prensa y su amenaza de expropiar esa empresa en la que son accionistas el Estado, Clarín y La Nación.
Los discursos más duros se vieron al final del debate. Al margen de los numerosos cuestionamientos que formuló a la ley, el titular de la UCR, Gerardo Morales, criticó la actitud de Sánchez y hasta habló de cohecho, al tiempo que anticipó que llevará los distintos elementos que muestran la voltereta de la Sánchez –sus declaraciones previas y su reconocimiento de que cambió su voto para favorecer a su provincia- para que los investigue la Justicia . Y el kirchnerista correntino Fabián Ríos, quien aseguró que no sólo se va a regular la radio y la TV sino que además Estados Unidos está regulando Internet porque ya no hay capacidad para que se sigan transmitiendo más datos, acusó a Clarín de conductas monopólicas y distorsivas.
La seguridad jurídica y el control estatal desataron los primeros cruces en el debate y la conformación de la autoridad de aplicación también generó un duro intercambio. Luego se sumó al debate la cuestión del respeto al federalismo. Pero el reclamo fundamental de los opositores y hasta del oficialista Guillermo Jenefes fue que la Cámara alta actuara en su rol de revisora y aceptara cambios en el texto . Sin embargo, el oficialismo se mostró abroquelado en una posición intransigente: no aceptará ningún cambio y si alguno se llega a colar será por el acuerdo de los opositores y alguna deserción en las filas K durante la votación en particular.
El comienzo del debate había quedado en manos del ultrakirchnerista Nicolás Fernández, quien anticipó la postura oficialista, apuntando a la discusión en particular tras la votación en general. Así, defendió puntualmente los artículos más polémicos. Como la mayoría de los oficialistas que lo siguieron, sostuvo que la norma generará mayor "pluralidad" en los medios de comunicación. También, que la ley no regula contenidos y que la autoridad de aplicación da garantías de transparencia, otros de los puntos cuestionados.
Desde la vereda de enfrente, el salteño Juan Pérez Alsina, del partido Renovador, sostuvo que en este debate "está en juego el rol del Senado", en una crítica a la intención del oficialismo de sancionar la norma sin cambiar una coma. Pero también el oficialista Jenefes –que votó a favor de la Ley en general- reclamó que el Senado efectivamente actúe como Cámara revisora de lo aprobado en Diputados.
Envuelto en polémica por el paso del proyecto en el plenario de comisiones, ya que firmó el dictamen de mayoría en disidencia sin impulsar cambios, Jenefes anticipó que hará "observaciones" a la ley. "Debemos respetar los derechos adquiridos a la luz de los derechos que otorgaba la legislación vigente", planteó. También pidió mejoras en la autoridad de aplicación y en el régimen de sanciones y de caducidad de licencias. Y sostuvo que es "excesivo" el rol de la ley en materia de contenidos.
La senadora María Eugenia Estenssoro, de la Coalición Cívica, hizo especial hincapié en la conformación de la autoridad de aplicación y afirmó que lo que propone el texto que defiende el kirchnerismo es "cambiar para que nada cambie". Poco antes, el santafesino Carlos Reutemann había denunciado que la iniciativa oficialista "viola principios constitucionales" , algo que también señaló el santiagueño Emilio Rached, del Frente Cívico, al anticipar que, tal como está, la norma " les va a dar mucho trabajo a abogados, jueces y a la Corte".
La adolfista Liliana Negre de Alonso estuvo entre las voces que criticaron severamente el proyecto: dijo que la ley es inconstitucional, "avasalla a las provincias" y toma como "un botín al federalismo". De inmediato le contestó el sanjuanino César Gioja, que desde la bancada oficialista argumentó exactamente lo contrario, que la ley es federal "porque entrega a las provincias una participación que le permite tener una posibilidad de definición en las cuestiones vinculadas a los medios de comunicación". Igual, el puntano Adolfo Rodríguez Saá advirtió que si se aprueba el artículo que permite al Ejecutivo Nacional adjudicar frecuencias en las provincias.
La sesión estaba convocada originalmente para las 10, pero la chicharra sonó cerca de media hora hasta que el kirchnerismo logró que 37 senadores se sentaran en sus bancas. Durante el debate en general, el oficialismo se mostró muy tranquilo consciente de que tenía el número suficiente para imponerse con comodidad y ratificar lo que aprobó en Diputados en un trámite apurado.
El cierre de la discusión en el Senado estuvo a cargo de los jefes de las dos bancadas principales. El radical Ernesto Sanz dijo que no dudaba de las intenciones de la Asociación para una Radiodifusión Democrática, pero señaló las contradicciones entre los 21 puntos de esa organización y la Ley de Medios del kirchnerismo. Entre otras cosas, cuestionó el manejo de la pauta oficial y el bloqueo del Gobierno a la Ley de Acceso a la Información Pública . Y añadió: "El Gobierno nos obliga todos los días a desconfiar de sus acciones".
El último en hablar fue el kirchnerista Miguel Angel Pichetto, quien en numerosos pasajes expresó abiertamente su rechazo a distintos contenidos de los medios, algo que en el discurso oficial está excluído de la ley. Afirmó que "los medios estatales son tan plurales que hablan mal del Gobierno" y que la Ley es "una norma moderada que atiende a los intereses de las grandes empresas". También dijo que es falso que TN no se vaya a poder ver en el interior, aunque aclaró que "se va a tener que reconvertir en una señal local". Y aunque insistió en que "las telefónicas no forman parte de este debate", también anticipó que en un futuro "habrá que ver" cómo se incorporan esas empresas al servicio de televisión por cable. "Mi bloque va votar lo que vino de Diputados porque tiene un consenso importante", cerró antes de que Cobos habilitara la votación.
Ahora los senadores se preparan para otra larga discusión en la que la oposición tratará de incorporar una serie de cambios a algunos de los artículos más polémicos del texto. Pero el kirchnerismo también aquí exuda confianza y da casi por descontado que, ya entrada la madrugada, podrá convertir el proyecto en ley sin modificar ni una coma de lo que votó Diputados, tal como pretende el matrimonio presidencial.
Se aprobó la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (infobae)
Ley de medios: los K impusieron su proyecto en el Senado (La Voz)
Se aprobó, en general, la ley de medios K con 44 votos a favor y 24 en contra. Fuertes cruces durante la maratónica sesión. Esta madrugada se votaba en particular. Videos.
El Senado aprobó en general la ley de medios y se vota en particular (la Nación)
Tras 15 horas de debate, el kirchnerismo logró sancionar la iniciativa con 44 votos a favor y 24 en contra; el controvertido artículo sobre la autoridad de aplicación fue aceptado; duros cruces al final del debate; Menem, ausente
El Senado argentino aprueba tras 16 horas de debate la Ley de Medios impulsada por el Gobierno (europapress.es)
Se aprobó en general la ley K de Medios y ahora se discute punto por punto (cronista)
El Senado aprueba la nueva ley de medios audiovisuales en Argentina (elmundo.es)
El oficialismo aprobó con holgura la Ley de Medios en el Senado y hubo un gran festejo fuera del Congreso (diariojornada.com)
Aprueban ley de medios en Argentina (BBC)
Nueva etapa para los medios audiovisuales (Pagina/12)
En la madrugada, y luego de más de catorce horas de debate, el oficialismo consiguió por 44 votos contra 24 la aprobación en general de la ley de Comunicación Audiovisual. Aseguraba contar con los votos para aprobar todos los artículos sin cambios.
Despues de esto siguen con las telefonicas... y bueno que le vamos a hacer estos son los gobernantes que tenemos... nos quitan el poder de elegir que medios ver, que canales, si queremos ver cine/TV internacional o nacional, etc, etc, etc... y me vienen a hablar de democracia, por favor... despues veamos si vamos a poder hablar siquiera por telefono... digo y solo digo por que no laburan en cosas muchas mas importantes como lo es la energia, el combustible, sin dejar de lado a la educación, la industria, los servicios sanitarios, etc, etc... ARGENTINA que PAIS GENEROSO... y si notan demasiados puntos suspensivos (...) son por que este pais es asi, ya que siempre hay que tener un poco de imagación... asi como estan tratando de hacer que un pais netamente capitalista se convierta de un dia para el otro en un pais socialista... mas puntos suspensivos.
Es solo mi humilde opinion, no quiero ni espero que nadie sea ofendido.
Eso si la inconstitucionalidad es demasiado evidente, pero a todos les chupa un huevo, o mejor dicho le importa tres cominos.
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El kirchnerismo aprobó en general la Ley de Medios y empieza el debate punto por punto en el Senado (clarin)
Tal como se preveía, se impuso cómodamente con 44 votos a favor y 24 en contra. Ahora discuten las modificaciones que quiere introducir la oposición. Pero el oficialismo confía en aprobarla tal como la quiere el Gobierno de Cristina.
Pasada la medianoche y después de 16 horas de un debate pleno de contrapuntos, el kirchnerismo aprobó en general la Ley de Medios en el Senado sin ningún tipo de sobresaltos, gracias a su propio número y al apoyo de algunos aliados, con los que logró 44 votos a favor frente a los 24 que hubo en contra. Los legisladores ya iniciaron el debate punto por punto del articulado del texto. Y, aunque con menos holgura, el oficialismo confía en que también allí impondrá su mayoría para rechazar todos y cada uno de los cambios que reclaman la oposición y algunos senadores K.
El debate se inició, a las 10:30, en un clima tenso por las sospechas que generaron en las últimas horas los cambios de voto intempestivos -el más escandaloso es el caso de la cobista correntina María Dora Sánchez, cuyo viraje quedó envuelto en sospechas de estar ligado a la muerte de un empresario vinculado al gobernador provincial Arturo Colombi; el otro es el del bussista tucumano Carlos Salazar-. Mientras tanto, afuera de la sede del Congreso permanece un nutrido grupo de organizaciones oficialistas encabezadas por el piquetero K Luis D'Elía.
La discusión del proyecto –cuestionado por constitucionalistas y entidades periodísticas, entre ellas la de Editores de Diarios (ADEPA) y la AIR (Asociación Internacional de Radiodifusión), y empresarias, como AEA- se vio enrarecida además por los aprietes del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, sobre los representantes del Gobierno en Papel Prensa y su amenaza de expropiar esa empresa en la que son accionistas el Estado, Clarín y La Nación.
Los discursos más duros se vieron al final del debate. Al margen de los numerosos cuestionamientos que formuló a la ley, el titular de la UCR, Gerardo Morales, criticó la actitud de Sánchez y hasta habló de cohecho, al tiempo que anticipó que llevará los distintos elementos que muestran la voltereta de la Sánchez –sus declaraciones previas y su reconocimiento de que cambió su voto para favorecer a su provincia- para que los investigue la Justicia . Y el kirchnerista correntino Fabián Ríos, quien aseguró que no sólo se va a regular la radio y la TV sino que además Estados Unidos está regulando Internet porque ya no hay capacidad para que se sigan transmitiendo más datos, acusó a Clarín de conductas monopólicas y distorsivas.
La seguridad jurídica y el control estatal desataron los primeros cruces en el debate y la conformación de la autoridad de aplicación también generó un duro intercambio. Luego se sumó al debate la cuestión del respeto al federalismo. Pero el reclamo fundamental de los opositores y hasta del oficialista Guillermo Jenefes fue que la Cámara alta actuara en su rol de revisora y aceptara cambios en el texto . Sin embargo, el oficialismo se mostró abroquelado en una posición intransigente: no aceptará ningún cambio y si alguno se llega a colar será por el acuerdo de los opositores y alguna deserción en las filas K durante la votación en particular.
El comienzo del debate había quedado en manos del ultrakirchnerista Nicolás Fernández, quien anticipó la postura oficialista, apuntando a la discusión en particular tras la votación en general. Así, defendió puntualmente los artículos más polémicos. Como la mayoría de los oficialistas que lo siguieron, sostuvo que la norma generará mayor "pluralidad" en los medios de comunicación. También, que la ley no regula contenidos y que la autoridad de aplicación da garantías de transparencia, otros de los puntos cuestionados.
Desde la vereda de enfrente, el salteño Juan Pérez Alsina, del partido Renovador, sostuvo que en este debate "está en juego el rol del Senado", en una crítica a la intención del oficialismo de sancionar la norma sin cambiar una coma. Pero también el oficialista Jenefes –que votó a favor de la Ley en general- reclamó que el Senado efectivamente actúe como Cámara revisora de lo aprobado en Diputados.
Envuelto en polémica por el paso del proyecto en el plenario de comisiones, ya que firmó el dictamen de mayoría en disidencia sin impulsar cambios, Jenefes anticipó que hará "observaciones" a la ley. "Debemos respetar los derechos adquiridos a la luz de los derechos que otorgaba la legislación vigente", planteó. También pidió mejoras en la autoridad de aplicación y en el régimen de sanciones y de caducidad de licencias. Y sostuvo que es "excesivo" el rol de la ley en materia de contenidos.
La senadora María Eugenia Estenssoro, de la Coalición Cívica, hizo especial hincapié en la conformación de la autoridad de aplicación y afirmó que lo que propone el texto que defiende el kirchnerismo es "cambiar para que nada cambie". Poco antes, el santafesino Carlos Reutemann había denunciado que la iniciativa oficialista "viola principios constitucionales" , algo que también señaló el santiagueño Emilio Rached, del Frente Cívico, al anticipar que, tal como está, la norma " les va a dar mucho trabajo a abogados, jueces y a la Corte".
La adolfista Liliana Negre de Alonso estuvo entre las voces que criticaron severamente el proyecto: dijo que la ley es inconstitucional, "avasalla a las provincias" y toma como "un botín al federalismo". De inmediato le contestó el sanjuanino César Gioja, que desde la bancada oficialista argumentó exactamente lo contrario, que la ley es federal "porque entrega a las provincias una participación que le permite tener una posibilidad de definición en las cuestiones vinculadas a los medios de comunicación". Igual, el puntano Adolfo Rodríguez Saá advirtió que si se aprueba el artículo que permite al Ejecutivo Nacional adjudicar frecuencias en las provincias.
La sesión estaba convocada originalmente para las 10, pero la chicharra sonó cerca de media hora hasta que el kirchnerismo logró que 37 senadores se sentaran en sus bancas. Durante el debate en general, el oficialismo se mostró muy tranquilo consciente de que tenía el número suficiente para imponerse con comodidad y ratificar lo que aprobó en Diputados en un trámite apurado.
El cierre de la discusión en el Senado estuvo a cargo de los jefes de las dos bancadas principales. El radical Ernesto Sanz dijo que no dudaba de las intenciones de la Asociación para una Radiodifusión Democrática, pero señaló las contradicciones entre los 21 puntos de esa organización y la Ley de Medios del kirchnerismo. Entre otras cosas, cuestionó el manejo de la pauta oficial y el bloqueo del Gobierno a la Ley de Acceso a la Información Pública . Y añadió: "El Gobierno nos obliga todos los días a desconfiar de sus acciones".
El último en hablar fue el kirchnerista Miguel Angel Pichetto, quien en numerosos pasajes expresó abiertamente su rechazo a distintos contenidos de los medios, algo que en el discurso oficial está excluído de la ley. Afirmó que "los medios estatales son tan plurales que hablan mal del Gobierno" y que la Ley es "una norma moderada que atiende a los intereses de las grandes empresas". También dijo que es falso que TN no se vaya a poder ver en el interior, aunque aclaró que "se va a tener que reconvertir en una señal local". Y aunque insistió en que "las telefónicas no forman parte de este debate", también anticipó que en un futuro "habrá que ver" cómo se incorporan esas empresas al servicio de televisión por cable. "Mi bloque va votar lo que vino de Diputados porque tiene un consenso importante", cerró antes de que Cobos habilitara la votación.
Ahora los senadores se preparan para otra larga discusión en la que la oposición tratará de incorporar una serie de cambios a algunos de los artículos más polémicos del texto. Pero el kirchnerismo también aquí exuda confianza y da casi por descontado que, ya entrada la madrugada, podrá convertir el proyecto en ley sin modificar ni una coma de lo que votó Diputados, tal como pretende el matrimonio presidencial.
Se aprobó la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (infobae)
En una maratónica sesión, el Senado sancionó en general, por 44 votos a favor y 24 en contra, el proyecto impulsado por el Ejecutivo, con las modificaciones hechas por Diputados pero sin realizar las enmiendas que reclamaba la oposición. Ahora votan en particular
La Cámara de Senadores aprobó esta madrugada en general la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y debatía el proyecto artículo por artículo, instancia en la que el oficialismo confiaba en alcanzar los respaldos necesarios para no realizar cambios en la letra chica. Entre propios y aliados, el jefe de la bancada oficialista, Miguel Ángel Pichetto, cosechó 44 votos a favor y 24 en contra, luego de una sesión que duró dieciséis horas y que significó un aval a la apuesta kirchnerista más importante del año.
Tras la aprobación en general, comenzó la votación en particular y el oficialismo calculaba aprobar con entre 37 y 40 apoyos todos los artículos, incluidos los más polémicos como la autoridad de aplicación, el plazo de desinversión y el régimen de sanciones.
La oposición, por su parte, mantenía cierta expectativa en torno a la posibilidad de modificar algún punto del texto y devolver a Diputados el proyecto impulsado por el Gobierno.
El resultado de la votación desató la algarabía de los senadores del Frente para la Victoria y de las agrupaciones kirchneristas que aguardaban el desenlace en las inmediaciones del Palacio Legislativo.
Los festejos, que también se reprodujeron en la Quinta de Olivos, incluyeron el canto del himno nacional, aplausos y mucho bombo, ante la inminente sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, que reemplazará al decreto-ley emitido por la última dictadura el 15 de septiembre de 1980.
Al cerrar la jornada, el jefe del bloque del FpV, Miguel Ángel Pichetto, destacó la naturaleza de la iniciativa, y dijo que es "moderada, democrática, y permite que las empresas puedan tener una posición adecuada, pero no dominante".
"Ninguna norma se escribe en la piedra, pero es un avance", subrayó Pichetto. En medio de la disputa del Gobierno nacional con el grupo Clarín, el rionegrino aseguró que "TN se podrá reproducir en el interior", y subrayó que "el argumento de que se van a perder fuentes de empleo es totalmente falso".
Pichetto cuestionó el rabino Sergio Bergman y a Alfredo De Ángeli por encabezar este miércoles una convocatoria en contra de la Ley de Medios, y consideró que "hicieron una marcha patética, un rabino fundamentalista y un cortador de rutas profesional".
A la vez, defendió a los senadores Carlos Salazar y Dora Sánchez, que cambiaron sus posturas y apoyaron la norma oficial a último momento, y aseguró: "Los que se van del Gobierno son ídolos populares y pasan a tener la estima de la sociedad. Ahora, aquellos que deciden apoyar una medida del gobierno son tránsfugas, delincuentes, son Borocotó".
Durante el debate, varios senadores y otros referentes antikirchneristas aseguraron que la controvertida ley llegará a los estrados y que será la Corte Suprema de Justicia la que finalmente defina su suerte.
"No nos vamos a rasgar las vestiduras en decir que con esta ley no se sale de una de la dictadura, pero vamos a tratar de convencer al oficialismo para hacer cambios", subrayó el senador radical Gerardo Morales. El socialista Rubén Giustiniani, en tanto, señaló que también haría fuerza para que se modificara el artículo 161 referido a la desinversión, pese a que acompañó la ley oficial en general.
El jefe del bloque de la UCR, Ernesto Sanz, en tanto, consideró que el Gobierno nacional "se encierra en una tiranía de las mayorías parlamentarias". "Muchos van a festejar como si fuera un gran triunfo, pero no tienen real dimensión de lo que dejan en esta batalla, porque son cosas que exceden este debate en el Congreso", sostuvo el mendocino, y agregó: "Yo no creo sinceramente que se la ley de la democracia que podríamos haber tenido".
El debate comenzó pasadas las 10:30, media hora después de lo previsto, con la exposición del senador oficialista Nicolás Fernández, que aseguró que se trata de la ley con "más consenso en la vida institucional de este país".
"Este proyecto se encontraba en las plataformas de Néstor Kirchner y Cristina Kirchner, fue discutida en 24 foros federales y tiene el respaldo de 43 universidades. Esto es consenso", resumió el senador santacruceño, y subrayó que en la Cámara de Diputados se le introdujeron al texto 150 modificaciones.
Fernández ofició de miembro informante de la mayoría, luego de que el jefe del plenario de comisiones, Guillermo Jenefes, le cediera esa tarea, tras manifestarse en contra de varios artículos. A su turno, Jenefes justificó haber firmado el dictamen de mayoría en disidencia, y negó que esta acción haya sido "la llave" que permitió al oficialismo llevar el proyecto al recinto.
"Mi responsabilidad de firmar un dictamen en disidencia era mi obligación como senador de la Nación y como hombre de la democracia, era mi obligación no tener como rehén al bloque al que pertenezco", puntualizó el jujeño.
Además, negó "terminantemente" haber sido objeto de presiones por parte del Gobierno nacional, tanto a nivel personal como a través del gobierno provincial, por un supuesto apriete tomando en cuenta las necesidades financieras de Jujuy. En cambio, dijo haber sufrido presiones "de los medios", los que "pretendieron que traicionara sus convicciones políticas".
Por su parte, Carlos Reutemann sostuvo que la intención declarada de combatir los monopolios no ha sido llevada a cabo por el Gobierno, ya que no aplicó la ley de Defensa de la Competencia, una herramienta que tenía a su disposición. "Estamos saldando una vieja deuda con la democracia", exclamó a su turno la jujeña kirchnerista Liliana Fellner. De concretarse la aprobación definitiva, la Casa Rosada cumplirá con su plan de tratamiento acelerado -luego de haber enviado la iniciativa al Congreso en agosto pasado-, pese a que la oposición ya confirmó que revisará la ley luego del 10 de diciembre, una vez que cambien las composiciones de ambas Cámaras
Tras la aprobación en general, comenzó la votación en particular y el oficialismo calculaba aprobar con entre 37 y 40 apoyos todos los artículos, incluidos los más polémicos como la autoridad de aplicación, el plazo de desinversión y el régimen de sanciones.
La oposición, por su parte, mantenía cierta expectativa en torno a la posibilidad de modificar algún punto del texto y devolver a Diputados el proyecto impulsado por el Gobierno.
El resultado de la votación desató la algarabía de los senadores del Frente para la Victoria y de las agrupaciones kirchneristas que aguardaban el desenlace en las inmediaciones del Palacio Legislativo.
Los festejos, que también se reprodujeron en la Quinta de Olivos, incluyeron el canto del himno nacional, aplausos y mucho bombo, ante la inminente sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, que reemplazará al decreto-ley emitido por la última dictadura el 15 de septiembre de 1980.
Al cerrar la jornada, el jefe del bloque del FpV, Miguel Ángel Pichetto, destacó la naturaleza de la iniciativa, y dijo que es "moderada, democrática, y permite que las empresas puedan tener una posición adecuada, pero no dominante".
"Ninguna norma se escribe en la piedra, pero es un avance", subrayó Pichetto. En medio de la disputa del Gobierno nacional con el grupo Clarín, el rionegrino aseguró que "TN se podrá reproducir en el interior", y subrayó que "el argumento de que se van a perder fuentes de empleo es totalmente falso".
Pichetto cuestionó el rabino Sergio Bergman y a Alfredo De Ángeli por encabezar este miércoles una convocatoria en contra de la Ley de Medios, y consideró que "hicieron una marcha patética, un rabino fundamentalista y un cortador de rutas profesional".
A la vez, defendió a los senadores Carlos Salazar y Dora Sánchez, que cambiaron sus posturas y apoyaron la norma oficial a último momento, y aseguró: "Los que se van del Gobierno son ídolos populares y pasan a tener la estima de la sociedad. Ahora, aquellos que deciden apoyar una medida del gobierno son tránsfugas, delincuentes, son Borocotó".
Durante el debate, varios senadores y otros referentes antikirchneristas aseguraron que la controvertida ley llegará a los estrados y que será la Corte Suprema de Justicia la que finalmente defina su suerte.
"No nos vamos a rasgar las vestiduras en decir que con esta ley no se sale de una de la dictadura, pero vamos a tratar de convencer al oficialismo para hacer cambios", subrayó el senador radical Gerardo Morales. El socialista Rubén Giustiniani, en tanto, señaló que también haría fuerza para que se modificara el artículo 161 referido a la desinversión, pese a que acompañó la ley oficial en general.
El jefe del bloque de la UCR, Ernesto Sanz, en tanto, consideró que el Gobierno nacional "se encierra en una tiranía de las mayorías parlamentarias". "Muchos van a festejar como si fuera un gran triunfo, pero no tienen real dimensión de lo que dejan en esta batalla, porque son cosas que exceden este debate en el Congreso", sostuvo el mendocino, y agregó: "Yo no creo sinceramente que se la ley de la democracia que podríamos haber tenido".
El debate comenzó pasadas las 10:30, media hora después de lo previsto, con la exposición del senador oficialista Nicolás Fernández, que aseguró que se trata de la ley con "más consenso en la vida institucional de este país".
"Este proyecto se encontraba en las plataformas de Néstor Kirchner y Cristina Kirchner, fue discutida en 24 foros federales y tiene el respaldo de 43 universidades. Esto es consenso", resumió el senador santacruceño, y subrayó que en la Cámara de Diputados se le introdujeron al texto 150 modificaciones.
Fernández ofició de miembro informante de la mayoría, luego de que el jefe del plenario de comisiones, Guillermo Jenefes, le cediera esa tarea, tras manifestarse en contra de varios artículos. A su turno, Jenefes justificó haber firmado el dictamen de mayoría en disidencia, y negó que esta acción haya sido "la llave" que permitió al oficialismo llevar el proyecto al recinto.
"Mi responsabilidad de firmar un dictamen en disidencia era mi obligación como senador de la Nación y como hombre de la democracia, era mi obligación no tener como rehén al bloque al que pertenezco", puntualizó el jujeño.
Además, negó "terminantemente" haber sido objeto de presiones por parte del Gobierno nacional, tanto a nivel personal como a través del gobierno provincial, por un supuesto apriete tomando en cuenta las necesidades financieras de Jujuy. En cambio, dijo haber sufrido presiones "de los medios", los que "pretendieron que traicionara sus convicciones políticas".
Por su parte, Carlos Reutemann sostuvo que la intención declarada de combatir los monopolios no ha sido llevada a cabo por el Gobierno, ya que no aplicó la ley de Defensa de la Competencia, una herramienta que tenía a su disposición. "Estamos saldando una vieja deuda con la democracia", exclamó a su turno la jujeña kirchnerista Liliana Fellner. De concretarse la aprobación definitiva, la Casa Rosada cumplirá con su plan de tratamiento acelerado -luego de haber enviado la iniciativa al Congreso en agosto pasado-, pese a que la oposición ya confirmó que revisará la ley luego del 10 de diciembre, una vez que cambien las composiciones de ambas Cámaras
Ley de medios: los K impusieron su proyecto en el Senado (La Voz)
Se aprobó, en general, la ley de medios K con 44 votos a favor y 24 en contra. Fuertes cruces durante la maratónica sesión. Esta madrugada se votaba en particular. Videos.
Tras una maratónica sesión que duró casi 16 horas, el kirchnerismo aprobó en general el proyecto de ley de medios K con 44 votos a favor y 24 en contra.
El debate comenzó pasadas las 10.30 con encendidos discursos cruzados, que se fue diluyendo con el correr de las horas.
El proyecto fue aprobado en general gracias a los votos del Frente para la Victoria y de algunos senadores de la oposición como el socialismo, Fuerza Republicana y los dos senadores del ex ARI de Tierra del Fuego.
Tras ser aprobada en general, la norma pasó a ser debatida en particular en una sesión que continuará hasta después de las 4 de la madrugada.
Junto al bloque del Frente para la Victoria votaron a favor en general, los oficialistas que firmaron en disidencia el dictamen mayoritario, la radical correntina María Dora Sánchez y el bussista Carlos Salazar.
El titular de la comisión de Comunicaciones, el peronista jujeño Guillermo Jenefes, destacó que la responsabilidad de firmar un dictamen en disidencia (que permitió el debate del proyecto) era su "obligación como senador de la Nación y como un hombre de la democracia", y añadió: "Era mi obligación no tener de rehén bajo ningún punto de vista al bloque al que pertenezco".
Jenefes, dueño de medios en su provincia, desmintió a aquellos que presumían que "yo tenía la llave para tratar este proyecto" e, igual que Fernández, criticó a los bloques opositores que se retiraron del recinto durante el debate en Diputados que "tenían la oportunidad histórica" de cambiar algunos artículos, en la discusión en particular.
La justicialista Hilda González de Duhalde, en tanto, consideró que "la autoridad de aplicación debería depender del Congreso", agregó que "cada uno de nosotros va abandonando sus responsabilidades y se va haciendo costumbre que no respetemos nuestro rol" y finalizó diciendo que el proyecto "debe volver a la Cámara de Diputados".
El socialista Rubén Giustiniani, quien anunció que acompañará en general el proyecto oficialista, pero que votará en contra los artículos 14, 32, 45, 47, 93 y 161, consideró que la norma "es de las más importantes de la República Argentina".
"Una ley de la democracia siempre será mejor que un bando de una dictadura militar. Por eso acompañamos en general esta Ley y porque la letra concreta de lo que hoy se pone en consideración, con los interrogantes que se abren, es superadora de la Ley actual", expresó Giustiniani.
En cambio, el radical Gerardo Morales, quien reiteró la oposición de su bloque a la iniciativa tanto en general como en particular, dijo que "lo que necesitamos es una Ley de Radiodifusión verdaderamente democrática".
"En la lógica autoritaria se busca la apatía del pueblo por medio de la desinformación", acusó Morales al gobierno nacional ya agregó que "la tentación de cualquier gobierno autoritario es formar la opinión pública".
En contra de la ley hablaron también: la adolfista puntana Liliana Negre, quien apuntó que "esta ley es un botín y ese botín son las provincias argentinas" y que "avasalla el federalismo"; el presidente de la comisión de Industria, el radical entrerriano Arturo Vera, quien sostuvo que la norma le permite al gobierno de turno manejar el espectro radioeléctrico.
La justicialista salteña Sonia Escudero sostuvo que "esta ley busca la posición dominante del Gobierno" y que, en contraposición con el predicamento de Juan Bautista Alberdi, con la norma que quiere el Ejecutivo "vamos a permitir que sea el gobierno de turno el que censure al pueblo"; mientras el santafesino Carlos Reutemann aseguró, en su discurso leído, que la propuesta oficial "no democratiza el uso del espectro radioeléctrico, solo cambia los actores preexistentes por nuevos protagonistas" y vaticinó "la judicialización" por parte de las empresas por la eventual afectación de los derechos adquiridos.
Carlos Reutemann aseguró, en su discurso leído, que la propuesta oficial "no democratiza el uso del espectro radioeléctrico, solo cambia los actores preexistentes por nuevos protagonistas" y vaticinó "la judicialización" por parte de las empresas por la eventual afectación de los derechos adquiridos.
El peronista catamarqueño Ramón Saadi confirmó que votaba a favor y negó que su posición esté vinculada a una supuesta ayuda del Gobierno nacional para las internas del PJ el año próximo: "Yo no necesito ayuda de nadie y con el compañero Luis Barrionuevo estamos trabajando el forma conjunta", luego de quejarse del desempeño de los medios durante el sonado caso María Soledad Morales a comienzos de los ´90 , que determinó el final de su dominio en Catamarca.
Mientras, la ex cavallista, ex periodista y ahora única representante de la Coalición Cívica en la Cámara Alta, María Eugenia Estenssoro, sumó su voz contraria al proyecto y dijo: "Aunque dice que quiere terminar con los monopolios, este proyecto oficial hablita un solo monopolio, el del Gobierno. Esto es volver a los ´80. Es gravísimo en plena globalización y la información sin fronteras".
El debate de la ley comenzó a las 10.33, con 38 senadores en el recinto y presidida por el titular del Senado, Julio Cobos, con un breve homenaje y minuto de silencio para recordar a la cantante Mercedes Sosa, fallecida el domingo pasado.
El debate comenzó pasadas las 10.30 con encendidos discursos cruzados, que se fue diluyendo con el correr de las horas.
El proyecto fue aprobado en general gracias a los votos del Frente para la Victoria y de algunos senadores de la oposición como el socialismo, Fuerza Republicana y los dos senadores del ex ARI de Tierra del Fuego.
Tras ser aprobada en general, la norma pasó a ser debatida en particular en una sesión que continuará hasta después de las 4 de la madrugada.
Junto al bloque del Frente para la Victoria votaron a favor en general, los oficialistas que firmaron en disidencia el dictamen mayoritario, la radical correntina María Dora Sánchez y el bussista Carlos Salazar.
El titular de la comisión de Comunicaciones, el peronista jujeño Guillermo Jenefes, destacó que la responsabilidad de firmar un dictamen en disidencia (que permitió el debate del proyecto) era su "obligación como senador de la Nación y como un hombre de la democracia", y añadió: "Era mi obligación no tener de rehén bajo ningún punto de vista al bloque al que pertenezco".
Jenefes, dueño de medios en su provincia, desmintió a aquellos que presumían que "yo tenía la llave para tratar este proyecto" e, igual que Fernández, criticó a los bloques opositores que se retiraron del recinto durante el debate en Diputados que "tenían la oportunidad histórica" de cambiar algunos artículos, en la discusión en particular.
La justicialista Hilda González de Duhalde, en tanto, consideró que "la autoridad de aplicación debería depender del Congreso", agregó que "cada uno de nosotros va abandonando sus responsabilidades y se va haciendo costumbre que no respetemos nuestro rol" y finalizó diciendo que el proyecto "debe volver a la Cámara de Diputados".
El socialista Rubén Giustiniani, quien anunció que acompañará en general el proyecto oficialista, pero que votará en contra los artículos 14, 32, 45, 47, 93 y 161, consideró que la norma "es de las más importantes de la República Argentina".
"Una ley de la democracia siempre será mejor que un bando de una dictadura militar. Por eso acompañamos en general esta Ley y porque la letra concreta de lo que hoy se pone en consideración, con los interrogantes que se abren, es superadora de la Ley actual", expresó Giustiniani.
En cambio, el radical Gerardo Morales, quien reiteró la oposición de su bloque a la iniciativa tanto en general como en particular, dijo que "lo que necesitamos es una Ley de Radiodifusión verdaderamente democrática".
"En la lógica autoritaria se busca la apatía del pueblo por medio de la desinformación", acusó Morales al gobierno nacional ya agregó que "la tentación de cualquier gobierno autoritario es formar la opinión pública".
En contra de la ley hablaron también: la adolfista puntana Liliana Negre, quien apuntó que "esta ley es un botín y ese botín son las provincias argentinas" y que "avasalla el federalismo"; el presidente de la comisión de Industria, el radical entrerriano Arturo Vera, quien sostuvo que la norma le permite al gobierno de turno manejar el espectro radioeléctrico.
La justicialista salteña Sonia Escudero sostuvo que "esta ley busca la posición dominante del Gobierno" y que, en contraposición con el predicamento de Juan Bautista Alberdi, con la norma que quiere el Ejecutivo "vamos a permitir que sea el gobierno de turno el que censure al pueblo"; mientras el santafesino Carlos Reutemann aseguró, en su discurso leído, que la propuesta oficial "no democratiza el uso del espectro radioeléctrico, solo cambia los actores preexistentes por nuevos protagonistas" y vaticinó "la judicialización" por parte de las empresas por la eventual afectación de los derechos adquiridos.
Carlos Reutemann aseguró, en su discurso leído, que la propuesta oficial "no democratiza el uso del espectro radioeléctrico, solo cambia los actores preexistentes por nuevos protagonistas" y vaticinó "la judicialización" por parte de las empresas por la eventual afectación de los derechos adquiridos.
El peronista catamarqueño Ramón Saadi confirmó que votaba a favor y negó que su posición esté vinculada a una supuesta ayuda del Gobierno nacional para las internas del PJ el año próximo: "Yo no necesito ayuda de nadie y con el compañero Luis Barrionuevo estamos trabajando el forma conjunta", luego de quejarse del desempeño de los medios durante el sonado caso María Soledad Morales a comienzos de los ´90 , que determinó el final de su dominio en Catamarca.
Mientras, la ex cavallista, ex periodista y ahora única representante de la Coalición Cívica en la Cámara Alta, María Eugenia Estenssoro, sumó su voz contraria al proyecto y dijo: "Aunque dice que quiere terminar con los monopolios, este proyecto oficial hablita un solo monopolio, el del Gobierno. Esto es volver a los ´80. Es gravísimo en plena globalización y la información sin fronteras".
El debate de la ley comenzó a las 10.33, con 38 senadores en el recinto y presidida por el titular del Senado, Julio Cobos, con un breve homenaje y minuto de silencio para recordar a la cantante Mercedes Sosa, fallecida el domingo pasado.
El Senado aprobó en general la ley de medios y se vota en particular (la Nación)
Tras 15 horas de debate, el kirchnerismo logró sancionar la iniciativa con 44 votos a favor y 24 en contra; el controvertido artículo sobre la autoridad de aplicación fue aceptado; duros cruces al final del debate; Menem, ausente
Después de más de 15 horas de debate, el Senado aprobó en general la nueva ley de medios audiovisuales que impulsa la Casa Rosada con 44 votos a favor y 24 en contra.
La votación se produjo a las 2:27 de la madrugada, luego de una jornada que transcurrió con duros cuestionamientos y advertencias de la oposición y defensas a ultranza del oficialismo, en un clima atravesado por las sospechas por los cambios de votos de última hora.
En tanto, se desarrolla el debate en particular de cada uno de los artículos de la iniciativa. El controvertido artículo sobre la autoridad de aplicación ya fue aceptado, con 40 votos a favor.
Los dirigentes de la oposición todavía buscan generar algún cambio para que el proyecto sea girado a la Cámara de Diputados, pero en el kirchnerismo se muestran confiados en que lograrán hoy la sanción de la ley.
La discusión, que comenzó a las 10.40, finalizará con el debate en particular de la norma, que según se prevé demandará varias horas más.
Ausentes. Estuvieron ausentes hoy cuatro senadores, entre ellos, el ex presidente Carlos Menem, que había lanzado duros cuestionamientos contra la ley.
La maratónica sesión se desarrolla en medio de los esperables elogios del kirchnerismo y las críticas de todo el arco opositor.
El senador Miguel Ángel Pichetto, que cerró el debate en el Senado, lanzó duras críticas. En referencia al acto organizado el pasado martes por el rabino Sergio Bergman y por el dirigente ruralista Alfredo De Angeli, el dirigente kirchnerista dijo: "Vino ese cortador de rutas profesional y ese rabino fundamentalista, que hicieron un acto patético".
Con respecto a la controversia generada por un supuesto cambio de voto, Pichetto explicó lo que ?según él- es una "curiosa" interpretación de la realidad: "Los legisladores que se van de nuestro bloque y votan en nuestra contra son ídolos populares. Sin embargo, aquellos senadores que deciden apoyar una iniciativa del Gobierno son tránfugas, son ladrones".
Transfuguismo. En el tramo final del debate y tras lanzar fuertes cuestionamientos al proyecto oficial, el senador Gerardo Morales sorprendió con una seria advertencia a la senadora Dora Sánchez, auqe cambió su voto a último momento, al asegurar que pedirá a la Justicia que la investigue por el supuesto delito de cohecho.
"La senadora Sánchez admitió que el proyecto era un mamarracho y que los Kirchner iban a lograr aprobarlo acordando con los gobernadores. En caso de que afirme que ahora apoyará la ley, pido que se remitan [las constancias] a la fiscalía para que verifique si se cometió un delito", sostuvo el presidente del radicalismo. "El transfuguismo (sic) se tiene que terminar", concluyó.
En tanto, el senador oficialista Fabián Ríos (Corrientes), tras realizar una férrea defensa del proyecto, admitió yerros en la gestión kirchnerista: "La fusión de Cablevisión y Multicanal fue un error, un error que fortaleció la tendencia monopólica".
Minutos antes, Adolfo Rodríguez Saá había alertado: "La ley es mala no sólo porque es de la dictadura, sino porque es autoritaria".
Críticas. Entre los planteos, sobresalió el efectuado esta noche por Hilda Chiche Duhalde. La senadora bonaerense atacó al oficialismo, aunque reconoció, apesadumbrada, que "esta ley va a salir". Sin embargo, pidió que la iniciativa vuelva a ser tratada en Diputados, ya que algunos artículos ?adujo- fueron votados erróneamente en la cámara Baja.
"Yo no creo que se vaya a generar más libertad de prensa, lo que se va a propiciar es una enorme cantidad de juicios", advirtió. Y también se refirió a la composición de la autoridad de aplicación: "A mi me hubiera gustado que dependiera del Congreso".
Minutos después le tocó el turno al senador socialista Rubén Giustiniani, quien adelantó que apoyará en general la iniciativa, pero que rechazará los artículos 14,32, 45, 47, 93 y 161.
Juan Carlos Romero también lanzó duras críticas. "La libertad es lo que nos va a hacer progresar, no el control de los medios. Este Gobierno ha minado la seguridad jurídica y la confianza en este país. Y eso no se revierte haciendo leyes que restrinjan las libertades", atacó.
Además, el senador salteño comparó la situación argentina con el escenario político de Venezuela y Bolivia. "Estamos entrando tarde en ese proceso", dijo, irónico. Y agregó: "Espero que no limiten Internet, como en Cuba", agregó.
Por su parte, el radical Pablo Verani ratificó esta noche que rechazará el proyecto oficial de medios. "Todo el mundo sabe que soy un viejo afiliado radical, por lo tanto acompaño al bloque", afirmó.
Carlos Reutemann (PJ-Santa Fe) expuso también lanzó duros cuestionamientos. Puso sobre el tapete la constitucionalidad de la iniciativa y advirtió que, de sancionarse, la ley podría generar una ola de presentaciones ante la Justicia.
"Esta ley no pasa el texto mínimo de constitucionalidad", sentenció. Y alertó: "La judicialización será el camino de los licenciatarios que quieran defender sus derechos, y las consecuencias serán imprevisibles y costosas".
Reutemann profundizó sus diferencias políticas al cuestionar la conformación de la autoridad de aplicación. "Otro sería el escenario si la entidad fuera autónoma e independiente, o dependiente del Congreso", planteó.
En favor. "Esta es la ley con más consenso de la vida institucional del país. No hay un sólo artículo que regule contenidos y la libertad de expresión está garantizada", aseguró el ultrakirchnerista Nicolás Fernández (Santa Cruz). "Estamos convencidos de que medios deben ser vehículos de la realidad. Pero muy distinto es que sean constructores de la realidad de manera capciosa", añadió.
El apoyo de Guillermo Jenefes (Jujuy) estuvo en duda hasta último momento. Como era de esperar, el senador comenzó su discurso con una pormenorizada justificación de su apoyo a la iniciativa de la Casa Rosada.
Sin embargo, ratificó que planteará objeciones durante el debate en particular de cada uno de los artículos del proyecto de ley, que será el verdadero eje de la sesión.
Jenefes apuntó específicamente al controvertido artículo 161, más conocido como "cláusula de desinversión", que obligará a las empresas de radio y de televisión abierta y por cable a desprenderse en el plazo máximo de un año de todos los medios que superen el límite de licencias que establece el proyecto. El senador advirtió que ese límite atenta contra los derechos adquiridos y que por eso hace falta revisarlo.
Las especulaciones sobre el voto del senador Ramón Saadi (Santiago del Estero) habían crecido durante los últimos días. Saadi votó en favor del proyecto y aprovechó su intervención en la cámara Alta para criticar a los medios de comunicación por vincular su posición política con una supuesta ayuda que del Gobierno en la política interna del justicialismo santiagueño.
La decisión de la Silvia Giusti también generó controversias. "No defiendo los intereses de ningún medio ni del Gobierno. Voy a votar según mi conciencia", dijo. Y pese a que la senadora aseguró que apoyará el proyecto en la votación general, también adelantó que podría incorporar cambios en la discusión en particular.
Más voces en contra Los senadores de la oposición coincidieron en advertir sobre los "excesos" que, a su entender, contiene el proyecto en materia de control sobre los medios.
Por su parte, Roberto Basualdo (Interbloque Federal-San Juan) opinó que la iniciativa "tiene muchas cosas buenas" , pero también "muchas cosas malas" y que éstas últimas "deben ser corregidas". "No podemos permitir que sea el gobierno de turno el que censure al pueblo", alertó.
El senador del Movimiento Popular Neuquino, Horacio Lores, confirmó que votará, en general, a favor del proyecto y dijo que hará observaciones en particular cuando se discuta el articulado. "¿Cuál sería la tragedia de este cambio?", dijo, en referencia a la posibilidad de implementar modificaciones.
¿Votos suficientes? La aspiración de la Casa Rosada es que Cristina Kirchner pueda salir mañana de viaje a la India con la satisfacción de haber obtenido una de las leyes que más desea.
Esta mañana, el presidente del bloque oficialista, el rionegrino Miguel Pichetto, se había mostrado confiado en contar con los votos necesarios para convertir el proyecto en ley.
Para llegar a ese número, el kirchnerismo cuenta con el respaldo de los bloques aliados de Tierra del Fuego, el Movimiento Popular Neuquino, el bussismo de Fuerza Republicana y la radical Sánchez, protagonista del cambio que provocó el escándalo de las últimas horas.
La votación se produjo a las 2:27 de la madrugada, luego de una jornada que transcurrió con duros cuestionamientos y advertencias de la oposición y defensas a ultranza del oficialismo, en un clima atravesado por las sospechas por los cambios de votos de última hora.
En tanto, se desarrolla el debate en particular de cada uno de los artículos de la iniciativa. El controvertido artículo sobre la autoridad de aplicación ya fue aceptado, con 40 votos a favor.
Los dirigentes de la oposición todavía buscan generar algún cambio para que el proyecto sea girado a la Cámara de Diputados, pero en el kirchnerismo se muestran confiados en que lograrán hoy la sanción de la ley.
La discusión, que comenzó a las 10.40, finalizará con el debate en particular de la norma, que según se prevé demandará varias horas más.
Ausentes. Estuvieron ausentes hoy cuatro senadores, entre ellos, el ex presidente Carlos Menem, que había lanzado duros cuestionamientos contra la ley.
La maratónica sesión se desarrolla en medio de los esperables elogios del kirchnerismo y las críticas de todo el arco opositor.
El senador Miguel Ángel Pichetto, que cerró el debate en el Senado, lanzó duras críticas. En referencia al acto organizado el pasado martes por el rabino Sergio Bergman y por el dirigente ruralista Alfredo De Angeli, el dirigente kirchnerista dijo: "Vino ese cortador de rutas profesional y ese rabino fundamentalista, que hicieron un acto patético".
Con respecto a la controversia generada por un supuesto cambio de voto, Pichetto explicó lo que ?según él- es una "curiosa" interpretación de la realidad: "Los legisladores que se van de nuestro bloque y votan en nuestra contra son ídolos populares. Sin embargo, aquellos senadores que deciden apoyar una iniciativa del Gobierno son tránfugas, son ladrones".
Transfuguismo. En el tramo final del debate y tras lanzar fuertes cuestionamientos al proyecto oficial, el senador Gerardo Morales sorprendió con una seria advertencia a la senadora Dora Sánchez, auqe cambió su voto a último momento, al asegurar que pedirá a la Justicia que la investigue por el supuesto delito de cohecho.
"La senadora Sánchez admitió que el proyecto era un mamarracho y que los Kirchner iban a lograr aprobarlo acordando con los gobernadores. En caso de que afirme que ahora apoyará la ley, pido que se remitan [las constancias] a la fiscalía para que verifique si se cometió un delito", sostuvo el presidente del radicalismo. "El transfuguismo (sic) se tiene que terminar", concluyó.
En tanto, el senador oficialista Fabián Ríos (Corrientes), tras realizar una férrea defensa del proyecto, admitió yerros en la gestión kirchnerista: "La fusión de Cablevisión y Multicanal fue un error, un error que fortaleció la tendencia monopólica".
Minutos antes, Adolfo Rodríguez Saá había alertado: "La ley es mala no sólo porque es de la dictadura, sino porque es autoritaria".
Críticas. Entre los planteos, sobresalió el efectuado esta noche por Hilda Chiche Duhalde. La senadora bonaerense atacó al oficialismo, aunque reconoció, apesadumbrada, que "esta ley va a salir". Sin embargo, pidió que la iniciativa vuelva a ser tratada en Diputados, ya que algunos artículos ?adujo- fueron votados erróneamente en la cámara Baja.
"Yo no creo que se vaya a generar más libertad de prensa, lo que se va a propiciar es una enorme cantidad de juicios", advirtió. Y también se refirió a la composición de la autoridad de aplicación: "A mi me hubiera gustado que dependiera del Congreso".
Minutos después le tocó el turno al senador socialista Rubén Giustiniani, quien adelantó que apoyará en general la iniciativa, pero que rechazará los artículos 14,32, 45, 47, 93 y 161.
Juan Carlos Romero también lanzó duras críticas. "La libertad es lo que nos va a hacer progresar, no el control de los medios. Este Gobierno ha minado la seguridad jurídica y la confianza en este país. Y eso no se revierte haciendo leyes que restrinjan las libertades", atacó.
Además, el senador salteño comparó la situación argentina con el escenario político de Venezuela y Bolivia. "Estamos entrando tarde en ese proceso", dijo, irónico. Y agregó: "Espero que no limiten Internet, como en Cuba", agregó.
Por su parte, el radical Pablo Verani ratificó esta noche que rechazará el proyecto oficial de medios. "Todo el mundo sabe que soy un viejo afiliado radical, por lo tanto acompaño al bloque", afirmó.
Carlos Reutemann (PJ-Santa Fe) expuso también lanzó duros cuestionamientos. Puso sobre el tapete la constitucionalidad de la iniciativa y advirtió que, de sancionarse, la ley podría generar una ola de presentaciones ante la Justicia.
"Esta ley no pasa el texto mínimo de constitucionalidad", sentenció. Y alertó: "La judicialización será el camino de los licenciatarios que quieran defender sus derechos, y las consecuencias serán imprevisibles y costosas".
Reutemann profundizó sus diferencias políticas al cuestionar la conformación de la autoridad de aplicación. "Otro sería el escenario si la entidad fuera autónoma e independiente, o dependiente del Congreso", planteó.
En favor. "Esta es la ley con más consenso de la vida institucional del país. No hay un sólo artículo que regule contenidos y la libertad de expresión está garantizada", aseguró el ultrakirchnerista Nicolás Fernández (Santa Cruz). "Estamos convencidos de que medios deben ser vehículos de la realidad. Pero muy distinto es que sean constructores de la realidad de manera capciosa", añadió.
El apoyo de Guillermo Jenefes (Jujuy) estuvo en duda hasta último momento. Como era de esperar, el senador comenzó su discurso con una pormenorizada justificación de su apoyo a la iniciativa de la Casa Rosada.
Sin embargo, ratificó que planteará objeciones durante el debate en particular de cada uno de los artículos del proyecto de ley, que será el verdadero eje de la sesión.
Jenefes apuntó específicamente al controvertido artículo 161, más conocido como "cláusula de desinversión", que obligará a las empresas de radio y de televisión abierta y por cable a desprenderse en el plazo máximo de un año de todos los medios que superen el límite de licencias que establece el proyecto. El senador advirtió que ese límite atenta contra los derechos adquiridos y que por eso hace falta revisarlo.
Las especulaciones sobre el voto del senador Ramón Saadi (Santiago del Estero) habían crecido durante los últimos días. Saadi votó en favor del proyecto y aprovechó su intervención en la cámara Alta para criticar a los medios de comunicación por vincular su posición política con una supuesta ayuda que del Gobierno en la política interna del justicialismo santiagueño.
La decisión de la Silvia Giusti también generó controversias. "No defiendo los intereses de ningún medio ni del Gobierno. Voy a votar según mi conciencia", dijo. Y pese a que la senadora aseguró que apoyará el proyecto en la votación general, también adelantó que podría incorporar cambios en la discusión en particular.
Más voces en contra Los senadores de la oposición coincidieron en advertir sobre los "excesos" que, a su entender, contiene el proyecto en materia de control sobre los medios.
Por su parte, Roberto Basualdo (Interbloque Federal-San Juan) opinó que la iniciativa "tiene muchas cosas buenas" , pero también "muchas cosas malas" y que éstas últimas "deben ser corregidas". "No podemos permitir que sea el gobierno de turno el que censure al pueblo", alertó.
El senador del Movimiento Popular Neuquino, Horacio Lores, confirmó que votará, en general, a favor del proyecto y dijo que hará observaciones en particular cuando se discuta el articulado. "¿Cuál sería la tragedia de este cambio?", dijo, en referencia a la posibilidad de implementar modificaciones.
¿Votos suficientes? La aspiración de la Casa Rosada es que Cristina Kirchner pueda salir mañana de viaje a la India con la satisfacción de haber obtenido una de las leyes que más desea.
Esta mañana, el presidente del bloque oficialista, el rionegrino Miguel Pichetto, se había mostrado confiado en contar con los votos necesarios para convertir el proyecto en ley.
Para llegar a ese número, el kirchnerismo cuenta con el respaldo de los bloques aliados de Tierra del Fuego, el Movimiento Popular Neuquino, el bussismo de Fuerza Republicana y la radical Sánchez, protagonista del cambio que provocó el escándalo de las últimas horas.
El Senado argentino aprueba tras 16 horas de debate la Ley de Medios impulsada por el Gobierno (europapress.es)
BUENOS AIRES, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Senado de Argentina aprobó ya de madrugada y tras 16 horas de discusiones el polémico proyecto de Ley de Medios Audiovisuales impulsado por el Gobierno de la presidenta, Cristina Fernández, para reducir el monopolio en el sector.
La iniciativa contó con el apoyo del 'kirchnerismo' y de algunos aliados que lograron sumar 44 votos positivos, frente a los 24 contrarios a la nueva ley, según informaron medios locales. Tras esta votación, los senadores procedieron a analizar artículo por artículo el contenido del texto y, aunque las aprobaciones se prevén más ajustadas, el oficialismo confía en sacar adelante el texto sin modificaciones.
La Cámara de Representantes ya había dado luz verde al decreto el pasado 17 de septiembre por abrumadora mayoría (147 votos a favor, 4 en contra y una abstención).
Según el Gobierno, el principal objetivo de la ley es limitar los monopolios en el sector audiovisual al reducir a 10 el número de licencias de radiodifusión que una empresa puede tener frente las 24 actuales. El proyecto de ley también prevé imponer límites al número de licencias para medios audiovisuales regionales.
Las licencias se concederán por un periodo de diez años y serán revisadas posteriormente por la nueva Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, encargado de aprobar la renovación de las licencias.
El Estado, el sector privado y las organizaciones sin ánimo de lucro --fundamentalmente la Iglesia Católica y las universidades-- se repartirán cada uno cerca de un tercio de las licencias para radio y televisión.
El proyecto de ley, que pretende reformar la ley anterior de 1980, también prevé abrir el mercado argentino de la televisión de pago a las compañías de telecomunicaciones que deseen ofrecer el triple servicio de telefonía, Internet y televisión.
Sin embargo, la nueva ley, si se aprueba, impide que una empresa que ofrezca servicios de televisión en abierto pueda ofrecer también servicios de cable y, asimismo, impide que una empresa cope más del 35 por ciento del mercado audiovisual.
Asimismo, el texto legislativo prevé la creación de una nueva Autoridad de Aplicación o ente regulador que sustituya al actual, en el que también estará representada la oposición y se creará una figura del defensor para tramitar las quejas de los ciudadanos.
El Senado de Argentina aprobó ya de madrugada y tras 16 horas de discusiones el polémico proyecto de Ley de Medios Audiovisuales impulsado por el Gobierno de la presidenta, Cristina Fernández, para reducir el monopolio en el sector.
La iniciativa contó con el apoyo del 'kirchnerismo' y de algunos aliados que lograron sumar 44 votos positivos, frente a los 24 contrarios a la nueva ley, según informaron medios locales. Tras esta votación, los senadores procedieron a analizar artículo por artículo el contenido del texto y, aunque las aprobaciones se prevén más ajustadas, el oficialismo confía en sacar adelante el texto sin modificaciones.
La Cámara de Representantes ya había dado luz verde al decreto el pasado 17 de septiembre por abrumadora mayoría (147 votos a favor, 4 en contra y una abstención).
Según el Gobierno, el principal objetivo de la ley es limitar los monopolios en el sector audiovisual al reducir a 10 el número de licencias de radiodifusión que una empresa puede tener frente las 24 actuales. El proyecto de ley también prevé imponer límites al número de licencias para medios audiovisuales regionales.
Las licencias se concederán por un periodo de diez años y serán revisadas posteriormente por la nueva Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, encargado de aprobar la renovación de las licencias.
El Estado, el sector privado y las organizaciones sin ánimo de lucro --fundamentalmente la Iglesia Católica y las universidades-- se repartirán cada uno cerca de un tercio de las licencias para radio y televisión.
El proyecto de ley, que pretende reformar la ley anterior de 1980, también prevé abrir el mercado argentino de la televisión de pago a las compañías de telecomunicaciones que deseen ofrecer el triple servicio de telefonía, Internet y televisión.
Sin embargo, la nueva ley, si se aprueba, impide que una empresa que ofrezca servicios de televisión en abierto pueda ofrecer también servicios de cable y, asimismo, impide que una empresa cope más del 35 por ciento del mercado audiovisual.
Asimismo, el texto legislativo prevé la creación de una nueva Autoridad de Aplicación o ente regulador que sustituya al actual, en el que también estará representada la oposición y se creará una figura del defensor para tramitar las quejas de los ciudadanos.
Se aprobó en general la ley K de Medios y ahora se discute punto por punto (cronista)
Pasadas las 2 de la madrugada se votó el polémico proyecto que contó con 44 votos a favor y 24 en contra. Ahora comienza el debate en particular. Cabe destacar que el controvertido artículo sobre la autoridad de aplicación ya fue aceptado, con 40 votos a favor. Frente al Congreso, dirigentes y militantes de partidos políticos y agrupaciones sociales festejan la sanción de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Tras 15 horas de debate, el Senado aprobó en general la nueva ley de medios audiovisuales que impulsa el Gobierno con 44 votos a favor y 24 en contra.
Casi a las 2.30 hs de la madrugada del sábado 10 de octubre se produjo la votación tras una maratónica jornada. Ahora, en tanto, se desarrolla el debate en particular de cada uno de los artículos de la iniciativa.
Cabe destacar que el controvertido artículo sobre la autoridad de aplicación ya fue aceptado, con 40 votos a favor.
Tras 15 horas de debate, el Senado aprobó en general la nueva ley de medios audiovisuales que impulsa el Gobierno con 44 votos a favor y 24 en contra.
Casi a las 2.30 hs de la madrugada del sábado 10 de octubre se produjo la votación tras una maratónica jornada. Ahora, en tanto, se desarrolla el debate en particular de cada uno de los artículos de la iniciativa.
Cabe destacar que el controvertido artículo sobre la autoridad de aplicación ya fue aceptado, con 40 votos a favor.
El Senado aprueba la nueva ley de medios audiovisuales en Argentina (elmundo.es)
Efe | Reuters | Buenos Aires
Actualizado sábado 10/10/2009 07:42 horas
El Senado de Argentina ha aprobado, tras catorce horas de debates, la nueva ley de Medios Audiovisuales propuesta por el Gobierno de Cristina Fernández en un pulso con la oposición y grandes empresas periodísticas que ven afectados sus intereses.
La nueva y controvertida ley, que busca reducir la concentración del sector obligando a grandes empresas periodísticas a desprenderse de medios, fue aprobada por 44 votos contra 24, en presencia de 68 de los 72 miembros del Senado.
Los más de 160 artículos de la normativa ya cuentan con el visto bueno de la Cámara de Diputados, que volvería a tratarla en caso de que los senadores cambien algún punto.
Inmediatamente tras la votación adeptos al Gobierno iniciaron festejos en las inmediaciones del Congreso, agitando banderas argentinas.
Actualizado sábado 10/10/2009 07:42 horas
El Senado de Argentina ha aprobado, tras catorce horas de debates, la nueva ley de Medios Audiovisuales propuesta por el Gobierno de Cristina Fernández en un pulso con la oposición y grandes empresas periodísticas que ven afectados sus intereses.
La nueva y controvertida ley, que busca reducir la concentración del sector obligando a grandes empresas periodísticas a desprenderse de medios, fue aprobada por 44 votos contra 24, en presencia de 68 de los 72 miembros del Senado.
Los más de 160 artículos de la normativa ya cuentan con el visto bueno de la Cámara de Diputados, que volvería a tratarla en caso de que los senadores cambien algún punto.
Inmediatamente tras la votación adeptos al Gobierno iniciaron festejos en las inmediaciones del Congreso, agitando banderas argentinas.
El oficialismo aprobó con holgura la Ley de Medios en el Senado y hubo un gran festejo fuera del Congreso (diariojornada.com)
Viernes, 09 de Octubre de 2009 21:42 Tras 16 horas de discusión, la Cámara alta convirtió esta madrugada en ley el proyecto de Servicios de Comunicación Audiovisual. En general, la votación arrojó un resultado esperado: 44 votos a favor y 24 en contra. El oficialismo logró la aprobación en general por una holgada diferencia gracias al apoyo de 38 legisladores del Frente para la Victoria-PJ; 2 aristas de Tierra del Fuego; Horacio Lores, del Movimiento Popular Neuquino; y los opositores Carlos Salazar (bussista); el socialista Rubén Giustiniani; y la “radical K” Dora Sánchez.
Luego de ellos, los senadores se aprestaban a votar en particular el articulado, en donde el oficialismo y sus aliados estimaban perder algunos votos para ciertos artículos. Entre ellos, la senadora por Chubut, Silvia Giusti, quien adelantó durante su alocución del viernes por la tarde, que iba a votar en contra de cinco artículos.
Por consiguiente, el artículo 161 -el más polémico- cosechará menos votos, al igual que ocurrió en Diputados.
Luego de ellos, los senadores se aprestaban a votar en particular el articulado, en donde el oficialismo y sus aliados estimaban perder algunos votos para ciertos artículos. Entre ellos, la senadora por Chubut, Silvia Giusti, quien adelantó durante su alocución del viernes por la tarde, que iba a votar en contra de cinco artículos.
Por consiguiente, el artículo 161 -el más polémico- cosechará menos votos, al igual que ocurrió en Diputados.
Aprueban ley de medios en Argentina (BBC)
El Senado argentino aprobó la madrugada de este sábado el controvertido proyecto sobre radiodifusión impulsado por el gobierno -que ya contaba con la sanción de la Cámara de Diputados- en medio de duros cuestionamientos, advertencias y defensas de la oposición y del oficialismo.
El proyecto de ley fue aprobado por 44 votos a favor y 24 en contra tras 16 horas de acaloradas discusiones.
Ahora, los senadores se preparan a iniciar el debate sobre cada artículo de la legislación propuesta para poder concluir definitivamente el trámite, ya que el gobierno busca refrendar la norma lo antes posible.
clic Claves de la ley de medios
La sesión maratónica empezó el viernes a las 10:40 horal local (13:40 GMT) y se dio en medio de una confrontación entre el gobierno de la presidenta, Cristina Fernández, y Clarín, el mayor grupo multimedia de Argentina.
Ya el oficialismo se había mostrado optimista durante el debate sobre el resultado de la votación.
"Hoy tenemos la convicción política de que la convicción republicana la vamos a llevar adelante y que esta fuerza de la democracia va a tener más poder que el de los medios", había dicho el senador oficialista Nicolás Fernández.
Sin embargo, senadores opositores habían expresado que "el proyecto aniquilará la libre expresión en Argentina", según palabras del opositor Carlos Naidenoff.
El gobierno busca aprobar el proyecto antes de diciembre, cuando perderá el control del Congreso con la asunción de los legisladores electos en los comicios de junio, en los que el oficialismo sufrió una inesperada derrota.
"Desmonopolizar"
Pero, según el Poder Ejecutivo, la propuesta busca "desmonopolizar" el mercado de los medios, actualmente concentrado en pocas manos. Sin embargo la oposición afirma que la iniciativa pretende aumentar el control del Estado sobre la radio y la televisión.
"Se dice que se quiere terminar con los monopolios, pero a partir de la sanción de esta ley se va a consagrar un solo monopolio, el monopolio de los canales estatales", dijo la senadora María Eugenia Estenssoro, de la opositora Coalición Cívica.
clic Opine: ¿Ley de medios es ley mordaza?
Uno de los opositores de más alto perfil, el senador Carlos Reutemann cuestionó la constitucionalidad de la iniciativa y advirtió que, de sancionarse, la ley podría generar una ola de presentaciones ante la Justicia.
"Esta ley no pasa el texto mínimo de constitucionalidad", sentenció.
Además, Reutemann cuestionó la conformación de la autoridad de aplicación. "Otro sería el escenario si la entidad fuera autónoma e independiente, o dependiente del Congreso", planteó.
Artículo polémico
El artículo más cuestionado es el que se refiere a la llamada "cláusula de desinversión", que obliga a las empresas audiovisuales a desprenderse de aquellos medios que excedan el número de licencias permitidas por la nueva legislación (10, en vez de las anteriores 24) en el término de un año.
El principal perjudicado por esta iniciativa sería el Grupo Clarín, el principal multimedios del país, cuya licencia fue renovada por 10 años en 2007 por el entonces presidente Néstor Kirchner, esposo de la actual mandataria y hoy enemigo declarado de la empresa.
La propuesta de ley no permite a las compañías invocar el "derecho adquirido" por sus licencias actuales, algo que -según los especialistas constitucionales- estaría en contra de normas vigentes, señala la corresponsal de BBC Mundo en Argentina, Valeria Perasso.
Para la oposición, dicho artículo también obligaría a los principales grupos mediáticos a vender a precios no competitivos sus canales y frecuencias.
Otro punto sensible es el organismo de control, que tiene la tarea clave de conceder o revocar las licencias de radio y televisión. Legisladores de la oposición quieren que el gobierno tenga una menor representación en el ente.
"Esta ley seguramente pondrá las cosas en su lugar y el principal órgano de aplicación será la propia ciudadanía", dijo en apoyo de la norma el senador oficialista Ramón Saadi.
El proyecto de ley fue aprobado por 44 votos a favor y 24 en contra tras 16 horas de acaloradas discusiones.
Ahora, los senadores se preparan a iniciar el debate sobre cada artículo de la legislación propuesta para poder concluir definitivamente el trámite, ya que el gobierno busca refrendar la norma lo antes posible.
clic Claves de la ley de medios
La sesión maratónica empezó el viernes a las 10:40 horal local (13:40 GMT) y se dio en medio de una confrontación entre el gobierno de la presidenta, Cristina Fernández, y Clarín, el mayor grupo multimedia de Argentina.
Ya el oficialismo se había mostrado optimista durante el debate sobre el resultado de la votación.
"Hoy tenemos la convicción política de que la convicción republicana la vamos a llevar adelante y que esta fuerza de la democracia va a tener más poder que el de los medios", había dicho el senador oficialista Nicolás Fernández.
Sin embargo, senadores opositores habían expresado que "el proyecto aniquilará la libre expresión en Argentina", según palabras del opositor Carlos Naidenoff.
El gobierno busca aprobar el proyecto antes de diciembre, cuando perderá el control del Congreso con la asunción de los legisladores electos en los comicios de junio, en los que el oficialismo sufrió una inesperada derrota.
"Desmonopolizar"
Pero, según el Poder Ejecutivo, la propuesta busca "desmonopolizar" el mercado de los medios, actualmente concentrado en pocas manos. Sin embargo la oposición afirma que la iniciativa pretende aumentar el control del Estado sobre la radio y la televisión.
"Se dice que se quiere terminar con los monopolios, pero a partir de la sanción de esta ley se va a consagrar un solo monopolio, el monopolio de los canales estatales", dijo la senadora María Eugenia Estenssoro, de la opositora Coalición Cívica.
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Uno de los opositores de más alto perfil, el senador Carlos Reutemann cuestionó la constitucionalidad de la iniciativa y advirtió que, de sancionarse, la ley podría generar una ola de presentaciones ante la Justicia.
"Esta ley no pasa el texto mínimo de constitucionalidad", sentenció.
Además, Reutemann cuestionó la conformación de la autoridad de aplicación. "Otro sería el escenario si la entidad fuera autónoma e independiente, o dependiente del Congreso", planteó.
Artículo polémico
El artículo más cuestionado es el que se refiere a la llamada "cláusula de desinversión", que obliga a las empresas audiovisuales a desprenderse de aquellos medios que excedan el número de licencias permitidas por la nueva legislación (10, en vez de las anteriores 24) en el término de un año.
El principal perjudicado por esta iniciativa sería el Grupo Clarín, el principal multimedios del país, cuya licencia fue renovada por 10 años en 2007 por el entonces presidente Néstor Kirchner, esposo de la actual mandataria y hoy enemigo declarado de la empresa.
La propuesta de ley no permite a las compañías invocar el "derecho adquirido" por sus licencias actuales, algo que -según los especialistas constitucionales- estaría en contra de normas vigentes, señala la corresponsal de BBC Mundo en Argentina, Valeria Perasso.
Para la oposición, dicho artículo también obligaría a los principales grupos mediáticos a vender a precios no competitivos sus canales y frecuencias.
Otro punto sensible es el organismo de control, que tiene la tarea clave de conceder o revocar las licencias de radio y televisión. Legisladores de la oposición quieren que el gobierno tenga una menor representación en el ente.
"Esta ley seguramente pondrá las cosas en su lugar y el principal órgano de aplicación será la propia ciudadanía", dijo en apoyo de la norma el senador oficialista Ramón Saadi.
Nueva etapa para los medios audiovisuales (Pagina/12)
En la madrugada, y luego de más de catorce horas de debate, el oficialismo consiguió por 44 votos contra 24 la aprobación en general de la ley de Comunicación Audiovisual. Aseguraba contar con los votos para aprobar todos los artículos sin cambios.
Por Miguel Jorquera Con 44 votos a favor y24 en contra, el kirchnerismo aprobó en general el proyecto de Servicios de Comunicación Audiovisual y se encaminaba a convertir en ley la iniciativa del Gobierno esta madrugada, tras el debate artículo por artículo en el recinto del Senado.
“Es una ley moderada, democrática”, aseguró el jefe del bloque del oficialismo, Miguel Angel Pichetto, en el cierre, pasadas las 2 de la mañana. Pichetto dedicó buena parte de su discurso a criticar el dictamen de minoría que el radicalismo presentó ayer mismo. “Tiene profundas contradicciones”, sostuvo. “No es perfecta, pero es un paso gigantesco”, definió Pichetto la ley aprobada.
Antes, el presidente de la UCR, Gerardo Morales, cuestionó el proyecto y advirtió sobre la “peligrosidad de los conversos”, en alusión al cambio de posición de la cobista correntina María Dora Sánchez, que votó a favor del proyecto y a la que definió como “tránsfuga”: pidió que la Justicia la investigue por cohecho. En tanto, el socialista Rubén Giustiniani justificó su voto en general en la convicción partidaria de terminar con la ley de la dictadura y que con el Comfer intervenido el Gobierno dispone de más discrecionalidad que con la futura normativa.
Uno de los escasos momentos de tensión se vivió por la mañana. Desde el sillón de la presidencia del Senado, Julio Cobos miraba nervioso el reloj y masticaba una decisión. Faltaban pocos minutos para que venciera el plazo reglamentario de media hora de espera para que se cayera la sesión y el oficialismo todavía no había reunido el quórum para sesionar.
El jefe del bloque K, Miguel Angel Pichetto, y José Pampuro advirtieron el nerviosismo de Cobos y se acercaron para calmarlo. Sobre la hora, el kirchnerismo alcanzó el quórum con el aporte de los ex aristas fueguinos José Martínez y María Díaz. La convaleciente oficialista misionera, Elida Vigo, y la cobista correntina Sánchez también estaban en sus bancas.
La sesión arrancó con algunas intervenciones apasionadas, pero el fervor se diluyó con el correr de las horas, cuando los números ya estaban echados. El kirchnerismo había garantizado 42 votos para la aprobación en general del proyecto de Servicios de Comunicación Audiovisual y reunía –sostenían– al menos 37 senadores fieles, sobre 69 presentes, para resistir cualquier embestida opositora para modificar algún artículo.
A media tarde, entre los senadores de la oposición había resignación sobre el resultado de la votación en general y aunque trataban de incentivar la posibilidad de cambios en el articulado, ya comenzaban a hablar de revisar la ley tras el recambio legislativo de diciembre.
“Siempre que se discute intereses concentrados, monopolios, hay tensiones y allí la política debe decidir de qué lado está, y nosotros decidimos jugar del lado de la sociedad, de los que no pueden expresarse”, arrancó el santacruceño Nicolás Fernández como miembro informante del oficialismo, después de que el díscolo Guillermo Jenefes resignó ese rol. “Defendemos la libertad de prensa y esta ley ratifica ese compromiso. No hay un solo artículo que hable de contenidos”, concluyó Fernández.
Como presidente de la Comisión de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión, Jenefes tuvo 30 minutos para su descargo. Dueño de un multimedio en Jujuy, comenzó su discurso con reproches a sus pares empresarios: “Me quieren hacer responsable de que hoy se trate esta ley en el Senado”, dijo, y denunció: “La presión la sufrí por parte de los medios de prensa que querían que traicionara mis tradiciones políticas”. Después, cargó contra algunos aspectos del proyecto.
El entrerriano Arturo Vera fue el primer radical en tomar la palabra. Afirmó que “es totalmente falsa la afirmación de que las objeciones” que planteó su partido “son excusas para que no haya ley”. Pero también expresó la resignación opositora al reconocer que el kirchnerismo tenía los votos para aprobar el proyecto y clamó por deserciones en el oficialismo para facilitar los cambios en el articulado.
“Aunque dice que quiere terminar con los monopolios, este proyecto oficial habilita un solo monopolio, el del Gobierno. Esto es volver a los ’80”, clamó la senadora de la Coalición Cívica, María Eugenia Estenssoro. “Es contra un sector, del cual antes eran amigos”, afirmó el cobista Emilio Rached, sobre “la relación Kirchner-Clarín”.
“La judicialización será el camino que les queda a los licenciatarios de radiodifusoras, por lo que la consecuencia podría ser costosa para el Estado”, dijo Carlos Reutemann y afirmó que “hay un claro menoscabo al derecho de propiedad de los licenciatarios”. Culminó un monótono discurso leído exclamando “por la libertad de prensa y la libertad del pueblo”.
“No existe ninguna limitación para que las telefónicas ofrezcan servicios de triple play: telefonía, Internet y señal de televisión de cable”, sumó la senadora salteña del PJ disidente, Sonia Escudero, que comparó el proyecto oficialista con la ley de la Revolución Libertadora por el control que estableció esa dictadura sobre los medios de comunicación. “Esta ley es un botín, y ese botín son las provincias argentinas: es el federalismo. No es verdad que esta ley es constitucional, que no avasalla a las provincias y que no viola los derechos adquiridos”, sostuvo otra peronista disidente, la puntana Liliana Negre de Alonso.
Las respuestas del oficialismo no se hicieron esperar. “Acá se discute la libertad de prensa o de imprenta. La peor censura es la que no se ve. Esto es lo que pasa en la actualidad por los grandes monopolios periodísticos”, dijo la oficialista cordobesa Haidé Giri antes de lanzar una ironía: “En la Argentina el sonido del clarín lo unimos a las marchas militares. Estoy contenta porque al clarín se le van unir muchísimos más instrumentos para que sea la orquesta del pueblo argentino”.
El pampeano Rubén Marín aseguró que “todo monopolio u oligopolio atenta contra la libertad de expresión. Estamos tratando de que la capacidad de acumulación de unos pocos no condicione a la sociedad y a los gobiernos”. “Discutimos si la agenda política, en torno de cuáles son los debates esenciales, se fija desde la política o se hace desde los multimedios”, agregó el kirchnerista neuquino Marcelo Fuentes.
Sobre la medianoche, ya no había dudas de que el oficialismo contaría con los votos para aprobar la ley. A las ausencias del peronista cordobés Roberto Urquía y del radical chubutense Norberto Massoni por problemas de salud, se sumó el faltazo de Carlos Menem, a pesar del anuncio de Adolfo Rodríguez Saá de que el riojano llegaría al Senado para votar en contra.
Tras la votación en general, el oficialismo contabilizaba a su favor más de los 36 legisladores necesarios para frenar los intentos de introducir cambios en el articulado que hiciera regresar el proyecto a la Cámara baja. El radicalismo resignaba las ilusiones de modificar el proyecto y varios senadores trazaban otro objetivo: la hora de emprender el viaje a Rosario para participar del lanzamiento de la línea interna del jefe partidario, Gerardo Morales. Algunos kirchneristas, en cambio, especulaban con la presencia de Néstor Kirchner en el Senado o a Plaza Congreso.
“Es una ley moderada, democrática”, aseguró el jefe del bloque del oficialismo, Miguel Angel Pichetto, en el cierre, pasadas las 2 de la mañana. Pichetto dedicó buena parte de su discurso a criticar el dictamen de minoría que el radicalismo presentó ayer mismo. “Tiene profundas contradicciones”, sostuvo. “No es perfecta, pero es un paso gigantesco”, definió Pichetto la ley aprobada.
Antes, el presidente de la UCR, Gerardo Morales, cuestionó el proyecto y advirtió sobre la “peligrosidad de los conversos”, en alusión al cambio de posición de la cobista correntina María Dora Sánchez, que votó a favor del proyecto y a la que definió como “tránsfuga”: pidió que la Justicia la investigue por cohecho. En tanto, el socialista Rubén Giustiniani justificó su voto en general en la convicción partidaria de terminar con la ley de la dictadura y que con el Comfer intervenido el Gobierno dispone de más discrecionalidad que con la futura normativa.
Uno de los escasos momentos de tensión se vivió por la mañana. Desde el sillón de la presidencia del Senado, Julio Cobos miraba nervioso el reloj y masticaba una decisión. Faltaban pocos minutos para que venciera el plazo reglamentario de media hora de espera para que se cayera la sesión y el oficialismo todavía no había reunido el quórum para sesionar.
El jefe del bloque K, Miguel Angel Pichetto, y José Pampuro advirtieron el nerviosismo de Cobos y se acercaron para calmarlo. Sobre la hora, el kirchnerismo alcanzó el quórum con el aporte de los ex aristas fueguinos José Martínez y María Díaz. La convaleciente oficialista misionera, Elida Vigo, y la cobista correntina Sánchez también estaban en sus bancas.
La sesión arrancó con algunas intervenciones apasionadas, pero el fervor se diluyó con el correr de las horas, cuando los números ya estaban echados. El kirchnerismo había garantizado 42 votos para la aprobación en general del proyecto de Servicios de Comunicación Audiovisual y reunía –sostenían– al menos 37 senadores fieles, sobre 69 presentes, para resistir cualquier embestida opositora para modificar algún artículo.
A media tarde, entre los senadores de la oposición había resignación sobre el resultado de la votación en general y aunque trataban de incentivar la posibilidad de cambios en el articulado, ya comenzaban a hablar de revisar la ley tras el recambio legislativo de diciembre.
“Siempre que se discute intereses concentrados, monopolios, hay tensiones y allí la política debe decidir de qué lado está, y nosotros decidimos jugar del lado de la sociedad, de los que no pueden expresarse”, arrancó el santacruceño Nicolás Fernández como miembro informante del oficialismo, después de que el díscolo Guillermo Jenefes resignó ese rol. “Defendemos la libertad de prensa y esta ley ratifica ese compromiso. No hay un solo artículo que hable de contenidos”, concluyó Fernández.
Como presidente de la Comisión de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión, Jenefes tuvo 30 minutos para su descargo. Dueño de un multimedio en Jujuy, comenzó su discurso con reproches a sus pares empresarios: “Me quieren hacer responsable de que hoy se trate esta ley en el Senado”, dijo, y denunció: “La presión la sufrí por parte de los medios de prensa que querían que traicionara mis tradiciones políticas”. Después, cargó contra algunos aspectos del proyecto.
El entrerriano Arturo Vera fue el primer radical en tomar la palabra. Afirmó que “es totalmente falsa la afirmación de que las objeciones” que planteó su partido “son excusas para que no haya ley”. Pero también expresó la resignación opositora al reconocer que el kirchnerismo tenía los votos para aprobar el proyecto y clamó por deserciones en el oficialismo para facilitar los cambios en el articulado.
“Aunque dice que quiere terminar con los monopolios, este proyecto oficial habilita un solo monopolio, el del Gobierno. Esto es volver a los ’80”, clamó la senadora de la Coalición Cívica, María Eugenia Estenssoro. “Es contra un sector, del cual antes eran amigos”, afirmó el cobista Emilio Rached, sobre “la relación Kirchner-Clarín”.
“La judicialización será el camino que les queda a los licenciatarios de radiodifusoras, por lo que la consecuencia podría ser costosa para el Estado”, dijo Carlos Reutemann y afirmó que “hay un claro menoscabo al derecho de propiedad de los licenciatarios”. Culminó un monótono discurso leído exclamando “por la libertad de prensa y la libertad del pueblo”.
“No existe ninguna limitación para que las telefónicas ofrezcan servicios de triple play: telefonía, Internet y señal de televisión de cable”, sumó la senadora salteña del PJ disidente, Sonia Escudero, que comparó el proyecto oficialista con la ley de la Revolución Libertadora por el control que estableció esa dictadura sobre los medios de comunicación. “Esta ley es un botín, y ese botín son las provincias argentinas: es el federalismo. No es verdad que esta ley es constitucional, que no avasalla a las provincias y que no viola los derechos adquiridos”, sostuvo otra peronista disidente, la puntana Liliana Negre de Alonso.
Las respuestas del oficialismo no se hicieron esperar. “Acá se discute la libertad de prensa o de imprenta. La peor censura es la que no se ve. Esto es lo que pasa en la actualidad por los grandes monopolios periodísticos”, dijo la oficialista cordobesa Haidé Giri antes de lanzar una ironía: “En la Argentina el sonido del clarín lo unimos a las marchas militares. Estoy contenta porque al clarín se le van unir muchísimos más instrumentos para que sea la orquesta del pueblo argentino”.
El pampeano Rubén Marín aseguró que “todo monopolio u oligopolio atenta contra la libertad de expresión. Estamos tratando de que la capacidad de acumulación de unos pocos no condicione a la sociedad y a los gobiernos”. “Discutimos si la agenda política, en torno de cuáles son los debates esenciales, se fija desde la política o se hace desde los multimedios”, agregó el kirchnerista neuquino Marcelo Fuentes.
Sobre la medianoche, ya no había dudas de que el oficialismo contaría con los votos para aprobar la ley. A las ausencias del peronista cordobés Roberto Urquía y del radical chubutense Norberto Massoni por problemas de salud, se sumó el faltazo de Carlos Menem, a pesar del anuncio de Adolfo Rodríguez Saá de que el riojano llegaría al Senado para votar en contra.
Tras la votación en general, el oficialismo contabilizaba a su favor más de los 36 legisladores necesarios para frenar los intentos de introducir cambios en el articulado que hiciera regresar el proyecto a la Cámara baja. El radicalismo resignaba las ilusiones de modificar el proyecto y varios senadores trazaban otro objetivo: la hora de emprender el viaje a Rosario para participar del lanzamiento de la línea interna del jefe partidario, Gerardo Morales. Algunos kirchneristas, en cambio, especulaban con la presencia de Néstor Kirchner en el Senado o a Plaza Congreso.