Menú
Inicio
Foros
Nuevos mensajes
Buscar en foros
Novedades
Nuevos mensajes
Nuevos mensajes de perfil
Última actividad
Miembros
Visitantes actuales
Nuevos mensajes de perfil
Buscar mensajes de perfil
Acceder
Registrarse
Novedades
Buscar
Buscar
Buscar sólo en títulos
De:
Nuevos mensajes
Buscar en foros
Menú
Acceder
Registrarse
Install the app
Instalar
Novedades
Foros
Ocio y Entretenimiento
Deportes
Clasico de barrio - San Lorenzo-Huracan
JavaScript está desactivado. Para una mejor experiencia, por favor, activa JavaScript en el navegador antes de continuar.
Estás usando un navegador obsoleto. No se pueden mostrar este u otros sitios web correctamente.
Se debe actualizar o usar un
navegador alternativo
.
Responder al tema
Mensaje
<blockquote data-quote="ajbevr" data-source="post: 391399" data-attributes="member: 48056"><p>HURACAN 0 - SAN LORENZO 4 | LA POLICIA LANZO AGUA EN LA TRIBUNA DE HURACAN Y EL PARTIDO FUE SUSPENDIDO A LOS 37 MINUTOS DEL SEGUNDO TIEMPO</p><p>El escándalo: intentaron romper el alambrado</p><p>Carlos Prieto</p><p>Ese final con gases lacrimógenos, con perros policiales ávidos de tarascones, ése final que opacó todo lo deportivo, tuvo por lo menos dos causas. Una, la ira descontrolada de unos cuantos hinchas de Huracán. La otra, la ineficacia de la Policía, que en el momento en que la tensión empezaba a ceder, reprimió a destiempo y terminó desencadenando la peor parte de los disturbios.</p><p></p><p>Los primeros incidentes serios sucedieron durante el descanso, cuando en la tribuna popular local un grupo de hinchas golpearon duramente al ex gerente del club, Jorge Batet, y a su hermano. Con la ayuda de algunos otros simpatizantes, los agredidos abandonaron la tribuna por una de las salidas superiores.</p><p></p><p>Luego volvió la calma, pero fue fugaz. Duró exactamente hasta los 7 minutos del segundo tiempo, cuando Astudillo marcó el cuarto gol de San Lorenzo. Una gran cantidad de plateístas dejó sus asientos, y una parte de ellos fue hasta el frente del palco de autoridades para insultar al presidente Marcelo Buenaga y los demás dirigentes que se encontraban allí. Un hincha joven, golpeó reiteradamente uno de los vidrios, que terminó rajado. El palco fue resguardado por una docena de policías, pero los plateístas continuaron un largo rato con los insultos, hasta que los dirigentes dejaron el lugar.</p><p></p><p>Para entonces, el foco de tensión se trasladó nuevamente a la popular local. Mientras el grueso de la barra se mantenía en su lugar, unos 20 hinchas comenzaron a colgarse del alambrado en la esquina que une la popular con la platea. Algunos tenían la evidente intención de romper el alambrado para interrumpir el partido.</p><p></p><p>En ese sector, del lado de adentro de la cancha, se fueron sumando policías, bomberos, camarógrafos y fotógrafos. Algunos de ellos, incluso, estaban dentro del campo de juego mientras el partido seguía. Pese a todo, la tensión comenzó a ceder. Entonces, inexplicablemente, los bomberos comenzaron a arrojar agua a presión con sus mangueras sobre la tribuna</p><p></p><p>Como era previsible, el agua lejos de apagar los disturbios terminó de enfurecer a los hinchas, que comenzaron a arrojar piedras y lo que encontraron a mano sobre el campo. Entonces, el árbitro Horacio Elizondo tomó la correcta decisión de parar el partido.</p><p></p><p>Los incidentes continuaron, con algunos forcejeos y palazos en un sector del alambrado que había comenzado a ceder. Lo insólito fue que, aunque el desorden se concentraba en ese sector e involucraba a no más de cincuenta hinchas, la Policía comenzó a arrojar gases lacrimógenos a la tribuna (el viento llevó parte de su efecto a la platea). Una acción difícil de entender, sobre todo porque en ese momento, por las medidas ¿de seguridad? que ordena la propia Policía, los hinchas locales no podían dejar el estadio ya que estaban saliendo los de San Lorenzo.</p><p></p><p>Cuando los gases se fueron despejando, los pocos plateístas que quedaban despidieron entre insultos y aplausos irónicos a los policías que iban dejando el campo. Desde la popular, un grupo de gente tuvo que reclamar a los gritos que se abriera la reja divisoria para que una mujer desvanecida fuera atendida en la zona de vestuarios. Fue la imagen final de la locura.</p><p></p><p>Pero no el final del absurdo. "¿Por qué empezaron a tirarles agua a los hinchas cuando se estaban calmando?", le preguntó Clarín al jefe del operativo, subcomisario Roberto Pérez Hernández. "Hubo un desperfecto técnico y el agua salió a destiempo", fue la respuesta.</p><p></p><p>Está claro, los incidentes no los inició la Policía, sino la furia de algunos. Pero había un operativo ¿de seguridad? que involucró a 1.000 policías y le costó a Huracán más de 37.000 pesos. La eficacia no es cuestión de números.</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="ajbevr, post: 391399, member: 48056"] HURACAN 0 - SAN LORENZO 4 | LA POLICIA LANZO AGUA EN LA TRIBUNA DE HURACAN Y EL PARTIDO FUE SUSPENDIDO A LOS 37 MINUTOS DEL SEGUNDO TIEMPO El escándalo: intentaron romper el alambrado Carlos Prieto Ese final con gases lacrimógenos, con perros policiales ávidos de tarascones, ése final que opacó todo lo deportivo, tuvo por lo menos dos causas. Una, la ira descontrolada de unos cuantos hinchas de Huracán. La otra, la ineficacia de la Policía, que en el momento en que la tensión empezaba a ceder, reprimió a destiempo y terminó desencadenando la peor parte de los disturbios. Los primeros incidentes serios sucedieron durante el descanso, cuando en la tribuna popular local un grupo de hinchas golpearon duramente al ex gerente del club, Jorge Batet, y a su hermano. Con la ayuda de algunos otros simpatizantes, los agredidos abandonaron la tribuna por una de las salidas superiores. Luego volvió la calma, pero fue fugaz. Duró exactamente hasta los 7 minutos del segundo tiempo, cuando Astudillo marcó el cuarto gol de San Lorenzo. Una gran cantidad de plateístas dejó sus asientos, y una parte de ellos fue hasta el frente del palco de autoridades para insultar al presidente Marcelo Buenaga y los demás dirigentes que se encontraban allí. Un hincha joven, golpeó reiteradamente uno de los vidrios, que terminó rajado. El palco fue resguardado por una docena de policías, pero los plateístas continuaron un largo rato con los insultos, hasta que los dirigentes dejaron el lugar. Para entonces, el foco de tensión se trasladó nuevamente a la popular local. Mientras el grueso de la barra se mantenía en su lugar, unos 20 hinchas comenzaron a colgarse del alambrado en la esquina que une la popular con la platea. Algunos tenían la evidente intención de romper el alambrado para interrumpir el partido. En ese sector, del lado de adentro de la cancha, se fueron sumando policías, bomberos, camarógrafos y fotógrafos. Algunos de ellos, incluso, estaban dentro del campo de juego mientras el partido seguía. Pese a todo, la tensión comenzó a ceder. Entonces, inexplicablemente, los bomberos comenzaron a arrojar agua a presión con sus mangueras sobre la tribuna Como era previsible, el agua lejos de apagar los disturbios terminó de enfurecer a los hinchas, que comenzaron a arrojar piedras y lo que encontraron a mano sobre el campo. Entonces, el árbitro Horacio Elizondo tomó la correcta decisión de parar el partido. Los incidentes continuaron, con algunos forcejeos y palazos en un sector del alambrado que había comenzado a ceder. Lo insólito fue que, aunque el desorden se concentraba en ese sector e involucraba a no más de cincuenta hinchas, la Policía comenzó a arrojar gases lacrimógenos a la tribuna (el viento llevó parte de su efecto a la platea). Una acción difícil de entender, sobre todo porque en ese momento, por las medidas ¿de seguridad? que ordena la propia Policía, los hinchas locales no podían dejar el estadio ya que estaban saliendo los de San Lorenzo. Cuando los gases se fueron despejando, los pocos plateístas que quedaban despidieron entre insultos y aplausos irónicos a los policías que iban dejando el campo. Desde la popular, un grupo de gente tuvo que reclamar a los gritos que se abriera la reja divisoria para que una mujer desvanecida fuera atendida en la zona de vestuarios. Fue la imagen final de la locura. Pero no el final del absurdo. "¿Por qué empezaron a tirarles agua a los hinchas cuando se estaban calmando?", le preguntó Clarín al jefe del operativo, subcomisario Roberto Pérez Hernández. "Hubo un desperfecto técnico y el agua salió a destiempo", fue la respuesta. Está claro, los incidentes no los inició la Policía, sino la furia de algunos. Pero había un operativo ¿de seguridad? que involucró a 1.000 policías y le costó a Huracán más de 37.000 pesos. La eficacia no es cuestión de números. [/QUOTE]
Verificación
Responder
Novedades
Foros
Ocio y Entretenimiento
Deportes
Clasico de barrio - San Lorenzo-Huracan
Arriba