¿"Divisa BRIC" para suplir al agónico dólar?
En The Moscow Times ("El rublo como divisa de reserva no parece tan loca", 13/5/09), Martin Gilman, anterior representante del FMI en Rusia, propone a ese país y a China desechar el dólar: "ninguna de las precondiciones necesarias para que el rublo funcione como divisa de reserva ha sido cumplida, pero los recientes días de pánico en el mercado de bonos en EU podría ser ominoso para el futuro del dólar".
Henrik Gullberg, estratega de divisas del Deutsche Bank AG en Londres, principal banco cambista de divisas del mundo, reconoce que la postura rusa para adoptar una nueva divisa global ha contribuido a debilitar al dólar (Bloomberg, 2/6/09).
En entrevista a CNBC (1/6/09), el presidente ruso, Dimitri Medvediev, se pronunció por "algún tipo de medio universal de pagos que podría crear la base del futuro sistema financiero internacional", mientras su portavoz, Natalya Timakova, dejó entrever que sea muy probable que el BRIC (Brasil, Rusia, India, China) discuta la propuesta de crear una divisa mundial (The Business Times, 4/6/09).
Aunque el BRIC todavía representa una entelequia, el 16 de junio celebrará su primera cumbre formal en Ekaterimburgo (tercera ciudad rusa más importante), Medvediev destaca su paulatina integración: "los países del BRIC representan hoy los principales centros de crecimiento económico del mundo. Más de la mitad de la población mundial vive en los países del BRIC".
El viceministro de Finanzas ruso, Dimitri Pankin, afirmó que las "divisas de reserva regionales (¡supersic!) constituyen una parte inevitable de la regionalización (¡supersic!) del sistema financiero global".
Mediante la "regionalización" multipolar de las divisas de la que Bajo la Lupa ha sido pionera (ver "Hacia el nuevo orden financiero global: ¿bipolaridad del dólar y el yuan?", 25/3/09), pareciera insinuarse la creación de la "divisa BRIC".
Por lo pronto, Rusia, China y Brasil han exhibido su entusiasmo por la sustitución del dólar como única moneda de reserva global, mientras India practica la meditación discreta.
Aunque sea más que obvio, nadie dice que el BRIC detenta 38 por ciento del total de las reservas mundiales, que ascienden a 7.47 millones de millones de dólares (trillones en anglosajón): Brasil posee 206 mil millones (junio 2009); Rusia 404 mil millones (mayo 2009); India 262 mil millones (junio 2009); China 1.95 millones de millones (marzo 2009).
¡Lo trágico del asunto es que el BRIC tiene la mayor parte de sus reservas en dólares!
Cuando agregamos a las reservas de China aquellas del "circuito étnico chino" (concepto acuñado por Bajo la Lupa), entonces el BRIC alcanzaría 47 por ciento de las reservas mundiales: Hong Kong ostenta 186 mil millones de dólares (marzo 2009); Macao, 20 mil millones (diciembre 2008; Taiwán, 305 mil millones (abril 2009), y Singapur, que cuenta con 70 por ciento de población china, 166 mil millones (marzo 2009).
Cuando la liquidez es emperatriz en medio del tsunami financiero global –que en la etapa involutiva de la economía se manifiesta ahora en un desorden hiperinflacionario que ha disparado como vaticinamos en Bajo la Lupa (ver "Hacia la hiperinflación [con devaluación del dólar]", 17/5/09) el precio del petróleo, el oro y la plata (ésta incrementó su valor en más de 26 por ciento en un solo mes)– Jack Spitz, director ejecutivo de cambio de divisas del National Bank of Canada, se pregunta cuánto tiempo tomará a los países del BRIC "colocar entre todos una divisa" cuando "al euro le tomó décadas establecerse".
Guo Shuqing, anterior director de la Administración de Cambios de Divisas de China y actual presidente del China Construction Bank, en entrevista con The Financial Times (1/6/09), apaciguó la fogosidad de China al afirmar que " en el corto plazo (¡supersic!) no existe sustitución al dólar".
Existen señales encontradas en la cúpula rusa para degradar al dólar. Nada menos que el geoestratega Yevgeni Primakov, quien preside ahora la Cámara de Comercio e Industria de Rusia, durante una reunión del Club Mercury el pasado 18 de mayo, moderó el ímpetu del presidente Medvediev para la creación de múltiples divisas de reserva, al unísono de los gobiernos de Brasil y China. Tildó de " fantasía romántica" el "salto nocturno (sic) a una multipolaridad del sistema monetario": un "abordaje racional (sic) a la reforma financiera mundial no es compatible con la noción que sería posible degradar al dólar estadounidense, en la perspectiva de la poscrisis del corto plazo (sic), a una divisa regional o a la creación de una nueva superdivisa internacional. En el futuro (sic), esto sucederá obviamente, pero no mientras EU permanezca como importante potencia mundial en las relaciones económicas. La situación cambiará (sic) pero en forma gradual (¡supersic!)". Diluyó el vino de los proponentes del rublo como moneda de reserva mientras no exista en Rusia "un mercado doméstico estable": la "expansión del rublo puede ser un objetivo estratégico (¡supersic!), pero no se puede promover artificialmente su consecución, puesto que esto ocasionaría severos costos políticos y económicos". A su juicio, Rusia deberá "desarrollar antes un mercado financiero nacional (¡supersic!), que necesita convertirse en un sistema autosuficiente y en una fuente real de recursos de crédito para nuestros emprendedores".
La idea de una "divisa BRIC" empieza a permear en los cerebros de los estrategas de divisas, algo que nadie se hubiera atrevido a imaginar hace algunos años, con excepción de las mentes más estructuradas del planeta.
Pero tampoco hay que engañarse: la decadencia de EU lleva ineluctablemente al fin del dolarcentrismo, sea a corto o largo plazo, como expusimos en El fin de una era: turbulencias en la globalización (Libros del Zorzal, Buenos Aires, 2007).
Y justamente esta es la gran tragedia geofinanciera de los tiempos presentes: aún no existe alternativa que supla al agónico dólar estadunidense, por lo que urge apresurar el trote para la creación de varias divisas regionales que reflejen el nuevo orden multipolar, y en la que la "divisa BRIC" jugaría un rol de anclaje y estabilización, al unísono de la regionalización del euro (la eurozona cuenta con 531 mil millones de dólares de reservas, febrero 2009) y del mismo dólar que cesaría de ser la divisa hegemónica.
Al desechar al dólar en sus tratativas comerciales bilaterales, ¿Brasil y China se adelantaron a la hipotética instauración de la "divisa BRIC"
Alfredo Jalife-Rahme
La Jornada
La Jornada
En The Moscow Times ("El rublo como divisa de reserva no parece tan loca", 13/5/09), Martin Gilman, anterior representante del FMI en Rusia, propone a ese país y a China desechar el dólar: "ninguna de las precondiciones necesarias para que el rublo funcione como divisa de reserva ha sido cumplida, pero los recientes días de pánico en el mercado de bonos en EU podría ser ominoso para el futuro del dólar".
Henrik Gullberg, estratega de divisas del Deutsche Bank AG en Londres, principal banco cambista de divisas del mundo, reconoce que la postura rusa para adoptar una nueva divisa global ha contribuido a debilitar al dólar (Bloomberg, 2/6/09).
En entrevista a CNBC (1/6/09), el presidente ruso, Dimitri Medvediev, se pronunció por "algún tipo de medio universal de pagos que podría crear la base del futuro sistema financiero internacional", mientras su portavoz, Natalya Timakova, dejó entrever que sea muy probable que el BRIC (Brasil, Rusia, India, China) discuta la propuesta de crear una divisa mundial (The Business Times, 4/6/09).
Aunque el BRIC todavía representa una entelequia, el 16 de junio celebrará su primera cumbre formal en Ekaterimburgo (tercera ciudad rusa más importante), Medvediev destaca su paulatina integración: "los países del BRIC representan hoy los principales centros de crecimiento económico del mundo. Más de la mitad de la población mundial vive en los países del BRIC".
El viceministro de Finanzas ruso, Dimitri Pankin, afirmó que las "divisas de reserva regionales (¡supersic!) constituyen una parte inevitable de la regionalización (¡supersic!) del sistema financiero global".
Mediante la "regionalización" multipolar de las divisas de la que Bajo la Lupa ha sido pionera (ver "Hacia el nuevo orden financiero global: ¿bipolaridad del dólar y el yuan?", 25/3/09), pareciera insinuarse la creación de la "divisa BRIC".
Por lo pronto, Rusia, China y Brasil han exhibido su entusiasmo por la sustitución del dólar como única moneda de reserva global, mientras India practica la meditación discreta.
Aunque sea más que obvio, nadie dice que el BRIC detenta 38 por ciento del total de las reservas mundiales, que ascienden a 7.47 millones de millones de dólares (trillones en anglosajón): Brasil posee 206 mil millones (junio 2009); Rusia 404 mil millones (mayo 2009); India 262 mil millones (junio 2009); China 1.95 millones de millones (marzo 2009).
¡Lo trágico del asunto es que el BRIC tiene la mayor parte de sus reservas en dólares!
Cuando agregamos a las reservas de China aquellas del "circuito étnico chino" (concepto acuñado por Bajo la Lupa), entonces el BRIC alcanzaría 47 por ciento de las reservas mundiales: Hong Kong ostenta 186 mil millones de dólares (marzo 2009); Macao, 20 mil millones (diciembre 2008; Taiwán, 305 mil millones (abril 2009), y Singapur, que cuenta con 70 por ciento de población china, 166 mil millones (marzo 2009).
Cuando la liquidez es emperatriz en medio del tsunami financiero global –que en la etapa involutiva de la economía se manifiesta ahora en un desorden hiperinflacionario que ha disparado como vaticinamos en Bajo la Lupa (ver "Hacia la hiperinflación [con devaluación del dólar]", 17/5/09) el precio del petróleo, el oro y la plata (ésta incrementó su valor en más de 26 por ciento en un solo mes)– Jack Spitz, director ejecutivo de cambio de divisas del National Bank of Canada, se pregunta cuánto tiempo tomará a los países del BRIC "colocar entre todos una divisa" cuando "al euro le tomó décadas establecerse".
Guo Shuqing, anterior director de la Administración de Cambios de Divisas de China y actual presidente del China Construction Bank, en entrevista con The Financial Times (1/6/09), apaciguó la fogosidad de China al afirmar que " en el corto plazo (¡supersic!) no existe sustitución al dólar".
Existen señales encontradas en la cúpula rusa para degradar al dólar. Nada menos que el geoestratega Yevgeni Primakov, quien preside ahora la Cámara de Comercio e Industria de Rusia, durante una reunión del Club Mercury el pasado 18 de mayo, moderó el ímpetu del presidente Medvediev para la creación de múltiples divisas de reserva, al unísono de los gobiernos de Brasil y China. Tildó de " fantasía romántica" el "salto nocturno (sic) a una multipolaridad del sistema monetario": un "abordaje racional (sic) a la reforma financiera mundial no es compatible con la noción que sería posible degradar al dólar estadounidense, en la perspectiva de la poscrisis del corto plazo (sic), a una divisa regional o a la creación de una nueva superdivisa internacional. En el futuro (sic), esto sucederá obviamente, pero no mientras EU permanezca como importante potencia mundial en las relaciones económicas. La situación cambiará (sic) pero en forma gradual (¡supersic!)". Diluyó el vino de los proponentes del rublo como moneda de reserva mientras no exista en Rusia "un mercado doméstico estable": la "expansión del rublo puede ser un objetivo estratégico (¡supersic!), pero no se puede promover artificialmente su consecución, puesto que esto ocasionaría severos costos políticos y económicos". A su juicio, Rusia deberá "desarrollar antes un mercado financiero nacional (¡supersic!), que necesita convertirse en un sistema autosuficiente y en una fuente real de recursos de crédito para nuestros emprendedores".
La idea de una "divisa BRIC" empieza a permear en los cerebros de los estrategas de divisas, algo que nadie se hubiera atrevido a imaginar hace algunos años, con excepción de las mentes más estructuradas del planeta.
Pero tampoco hay que engañarse: la decadencia de EU lleva ineluctablemente al fin del dolarcentrismo, sea a corto o largo plazo, como expusimos en El fin de una era: turbulencias en la globalización (Libros del Zorzal, Buenos Aires, 2007).
Y justamente esta es la gran tragedia geofinanciera de los tiempos presentes: aún no existe alternativa que supla al agónico dólar estadunidense, por lo que urge apresurar el trote para la creación de varias divisas regionales que reflejen el nuevo orden multipolar, y en la que la "divisa BRIC" jugaría un rol de anclaje y estabilización, al unísono de la regionalización del euro (la eurozona cuenta con 531 mil millones de dólares de reservas, febrero 2009) y del mismo dólar que cesaría de ser la divisa hegemónica.
Al desechar al dólar en sus tratativas comerciales bilaterales, ¿Brasil y China se adelantaron a la hipotética instauración de la "divisa BRIC"