Estamos decididos a gobernar hasta 2020, dijo Kirchner
07:15|Fue en el Chaco, durante el acto en el que reasumió la jefatura del PJ. Había dicho que renunciaba a ese cargo el día después de su derrota electoral en junio. Habló de una nueva etapa de su proyecto político y buscó respaldo en los gobernadores.
Por: Nicolás Wiñazki
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Miles y miles de insectos revoloteaban frenéticos entre las luces del escenario, el atril y la mesa que ocupaban los jefes del peronismo, cuando Kirchner triplicó la apuesta de los volantes esparcidos por el piso, que decían "Néstor 2011": "Estamos dispuestos a gobernar hasta el 2020", se entusiasmó. Los gobernadores, sindicalistas e intendentes presentes en su acto de reasunción como titular del PJ -cargo que dejó al día siguiente de su derrota electoral en junio- aplaudieron la novedad, que incluía un curioso cálculo de los ciclos presidenciales: Cristina Kirchner culmina su mandato en el 2011, el que le sigue en el 2015, y el siguiente en el 2019.Vestido con una camisa a rayas azules y blancas, marca Cardón, la preferida de los chacareros, Kirchner usó la mayor parte de su discurso realizado en el club Sarmiento, de Resistencia, Chaco, para criticar a la oposición, a la que llamó "la máquina de impedir". También se divirtió diciendo que los opositores de diferentes espectros ideológicos son un rejunte de "agua y aceite". Por supuesto, defendió el proyecto oficial que busca pagar la deuda con las reservas del Banco Central: "¿Por qué se niegan a usar las reservas de libre disponibilidad?", se enojó de nuevo con la oposición, y de inmediato afirmó que su gobierno tiene la "autoridad moral" para tomar esa decisión porque era el que había "juntado las reservas desde que se instaló este modelo económico".
También defendió la performance de la presidenta del BCRA, Mercedes Marcó del Pont, que ese mediodía se había presentado en el Senado a defender su pliego.Antes de terminar, casi como al pasar, anunció que tenía pensado conformar una "comisión" integrada por los gobernadores para que se discuta un nuevo proyecto de ley de coparticipación, que podría decidir que se aumente el reparto de fondo para las provincias, cada vez más aquejadas por el rojo de sus cajas. Más que el reasumido presidente del PJ, en ese momento parecía hablar como Presidente de la Nación. El gobernador bonaerense Daniel Scioli, uno de los más dependientes del envío de dinero de la Nación, escuchó el anuncio de la posible nueva coparticipación, se sobresaltó, y se alegró mirando a la cara Hugo Moyano: "Está bueno eso", le dijo.
Kirchner seguía hablando, en un tono más bajo del que está acostumbrado, debido a que los médicos le pidieron que no grite tras su operación cardiovascular. Sobre su cuello, cada tanto, sobresalía la enorme cicatriz rojiza, testimonio de su convalecencia. Como suele hacer, criticó a los grupos de medios. Y, tras fustigar a Adolfo Rodríguez Saá por haber abandonado la presidencia en el 2002, convocó a los peronistas disidentes a que vuelvan al partido.Lo escuchaban la mayor parte de los gobernadores del PJ, salvo los críticos, como el cordobés Juan Schiaretti, el puntano Alberto Rodríguez Saá y el chubutense Mario Das Neves. En el escenario también se ubicaron dos ministros, el de economía, Amado Boudou, y el de Justicia y Seguridad, Julio Alak; y en un palco latearal estaban los jefes sindicales de la CGT, dirigentes juveniles de La Cámpora y varios intendentes bonaerenses.El primero en hablar había sido el gobernador local, Jorge Capitanich, quien criticó a la oposición, sobre todo a los radicales, a quienes llamó "los que se fueron en helicóptero". Después habló el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, quien, como Kirchner, repudió la declaración del default en 2002. Ese año, sin embargo, Moyano defendió a Rodríguez Saá, por "levantar causas justas, como no pagar la deuda ni bajar los salarios". Lo dice el archivo.
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Espero que la seguridad se le corte con un poco de inteligencia por parte de los votantes
07:15|Fue en el Chaco, durante el acto en el que reasumió la jefatura del PJ. Había dicho que renunciaba a ese cargo el día después de su derrota electoral en junio. Habló de una nueva etapa de su proyecto político y buscó respaldo en los gobernadores.
Por: Nicolás Wiñazki
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Miles y miles de insectos revoloteaban frenéticos entre las luces del escenario, el atril y la mesa que ocupaban los jefes del peronismo, cuando Kirchner triplicó la apuesta de los volantes esparcidos por el piso, que decían "Néstor 2011": "Estamos dispuestos a gobernar hasta el 2020", se entusiasmó. Los gobernadores, sindicalistas e intendentes presentes en su acto de reasunción como titular del PJ -cargo que dejó al día siguiente de su derrota electoral en junio- aplaudieron la novedad, que incluía un curioso cálculo de los ciclos presidenciales: Cristina Kirchner culmina su mandato en el 2011, el que le sigue en el 2015, y el siguiente en el 2019.Vestido con una camisa a rayas azules y blancas, marca Cardón, la preferida de los chacareros, Kirchner usó la mayor parte de su discurso realizado en el club Sarmiento, de Resistencia, Chaco, para criticar a la oposición, a la que llamó "la máquina de impedir". También se divirtió diciendo que los opositores de diferentes espectros ideológicos son un rejunte de "agua y aceite". Por supuesto, defendió el proyecto oficial que busca pagar la deuda con las reservas del Banco Central: "¿Por qué se niegan a usar las reservas de libre disponibilidad?", se enojó de nuevo con la oposición, y de inmediato afirmó que su gobierno tiene la "autoridad moral" para tomar esa decisión porque era el que había "juntado las reservas desde que se instaló este modelo económico".
También defendió la performance de la presidenta del BCRA, Mercedes Marcó del Pont, que ese mediodía se había presentado en el Senado a defender su pliego.Antes de terminar, casi como al pasar, anunció que tenía pensado conformar una "comisión" integrada por los gobernadores para que se discuta un nuevo proyecto de ley de coparticipación, que podría decidir que se aumente el reparto de fondo para las provincias, cada vez más aquejadas por el rojo de sus cajas. Más que el reasumido presidente del PJ, en ese momento parecía hablar como Presidente de la Nación. El gobernador bonaerense Daniel Scioli, uno de los más dependientes del envío de dinero de la Nación, escuchó el anuncio de la posible nueva coparticipación, se sobresaltó, y se alegró mirando a la cara Hugo Moyano: "Está bueno eso", le dijo.
Kirchner seguía hablando, en un tono más bajo del que está acostumbrado, debido a que los médicos le pidieron que no grite tras su operación cardiovascular. Sobre su cuello, cada tanto, sobresalía la enorme cicatriz rojiza, testimonio de su convalecencia. Como suele hacer, criticó a los grupos de medios. Y, tras fustigar a Adolfo Rodríguez Saá por haber abandonado la presidencia en el 2002, convocó a los peronistas disidentes a que vuelvan al partido.Lo escuchaban la mayor parte de los gobernadores del PJ, salvo los críticos, como el cordobés Juan Schiaretti, el puntano Alberto Rodríguez Saá y el chubutense Mario Das Neves. En el escenario también se ubicaron dos ministros, el de economía, Amado Boudou, y el de Justicia y Seguridad, Julio Alak; y en un palco latearal estaban los jefes sindicales de la CGT, dirigentes juveniles de La Cámpora y varios intendentes bonaerenses.El primero en hablar había sido el gobernador local, Jorge Capitanich, quien criticó a la oposición, sobre todo a los radicales, a quienes llamó "los que se fueron en helicóptero". Después habló el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, quien, como Kirchner, repudió la declaración del default en 2002. Ese año, sin embargo, Moyano defendió a Rodríguez Saá, por "levantar causas justas, como no pagar la deuda ni bajar los salarios". Lo dice el archivo.
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Espero que la seguridad se le corte con un poco de inteligencia por parte de los votantes