Los dirigentes defienden la decisión de irse de Brandsen 805, porque a partir de las nuevas reglamentaciones la capacidad se reducirá a 30.000 espectadores sentados. La idea es construir otro estadio para 60.000 ó 70.000 ubicaciones, en principio en el barrio Agronomía o en Lugano. Pero todo depende de la opinión de los hinchas y no descartan llamar a un plebiscito antes de las elecciones en el club, en 2007.
Todo comenzó como un rumor, de esos que se tiran en charlas de platea. "La Bombonera, tarde o temprano, se muda", repetían al principio dirigentes de Boca. Si hasta Mauricio Macri, consciente de la poca capacidad del actual estadio, impulsó la idea. Primero desde las sombras y después, cuando se dio cuenta de que la idea era posible, instaló el tema públicamente. Hoy ya no es más un secreto: se quiere construir una nueva cancha, con capacidad para 60.000 ó 70.000 espectadores, lejos de La Boca.
Los directivos están estudiando diferentes probabilidades para la construcción de una nueva casa, dentro de la Capital Federal, informó el vicepresidente del club, Pedro Pompilio. ¿El lugar elegido? Hay dos alternativas: una en el barrio Agronomía y otra en Lugano.
"La decisión está tomada, porque el estadio quedará chico en 2008, cuando todos los aficionados, por disposición de la FIFA, tengan que estar sentados", informó a Clarín.com un hombre cercano a quienes hoy por hoy toman las decisiones importantes en Boca. En la actualidad, La Bombonera puede albergar a unos 55.000 aficionados y con los cambios que impondrán las nuevas reglamentaciones su capacidad se reducirá a 30.000, todos sentados.
La posibilidad de remodelar el actual estadio es casi imposible debido a que para poder hacerlo, Boca tendría que comprar un terreno de 20.000 metros cuadrados situado frente a las instalaciones del club, en el que cientos de familias tienen sus casas. "Negociar con ellos es imposible porque saben cuál es nuestro proyecto y nos piden fortunas por sus propiedades", confió la misma fuente.
Igualmente, la idea Pompilio sería la de llamar a una consulta entre socios y simpatizantes antes de las elecciones a fines de 2007, para proponer la mudanza. Sondeos previos indican que la opinión del hincha está dividida. Están los nostálgicos, los que por nada en el mundo quieren renunciar a 66 años de historia. Estos se enfrentan con los que apuestan por lo estrictamente económico. Entre esas dos aguas navega una difícil decisión.
En la actualidad, el club tiene cerrada la inscripción de socios por estos motivos. Pompilio, quien aspira a suceder a Macri en el poder, aseguró que "cada día es mayor la demanda de entradas para los partidos de Boca en su estadio, no sólo desde todos los rincones del país sino también del mundo".
Mudanza de La Bombonera, ¿sí o no? La intención política está, pero parece que va a hacer falta algo más que eso. Por ejemplo, conocer qué piensa el hincha.
Todo comenzó como un rumor, de esos que se tiran en charlas de platea. "La Bombonera, tarde o temprano, se muda", repetían al principio dirigentes de Boca. Si hasta Mauricio Macri, consciente de la poca capacidad del actual estadio, impulsó la idea. Primero desde las sombras y después, cuando se dio cuenta de que la idea era posible, instaló el tema públicamente. Hoy ya no es más un secreto: se quiere construir una nueva cancha, con capacidad para 60.000 ó 70.000 espectadores, lejos de La Boca.
Los directivos están estudiando diferentes probabilidades para la construcción de una nueva casa, dentro de la Capital Federal, informó el vicepresidente del club, Pedro Pompilio. ¿El lugar elegido? Hay dos alternativas: una en el barrio Agronomía y otra en Lugano.
"La decisión está tomada, porque el estadio quedará chico en 2008, cuando todos los aficionados, por disposición de la FIFA, tengan que estar sentados", informó a Clarín.com un hombre cercano a quienes hoy por hoy toman las decisiones importantes en Boca. En la actualidad, La Bombonera puede albergar a unos 55.000 aficionados y con los cambios que impondrán las nuevas reglamentaciones su capacidad se reducirá a 30.000, todos sentados.
La posibilidad de remodelar el actual estadio es casi imposible debido a que para poder hacerlo, Boca tendría que comprar un terreno de 20.000 metros cuadrados situado frente a las instalaciones del club, en el que cientos de familias tienen sus casas. "Negociar con ellos es imposible porque saben cuál es nuestro proyecto y nos piden fortunas por sus propiedades", confió la misma fuente.
Igualmente, la idea Pompilio sería la de llamar a una consulta entre socios y simpatizantes antes de las elecciones a fines de 2007, para proponer la mudanza. Sondeos previos indican que la opinión del hincha está dividida. Están los nostálgicos, los que por nada en el mundo quieren renunciar a 66 años de historia. Estos se enfrentan con los que apuestan por lo estrictamente económico. Entre esas dos aguas navega una difícil decisión.
En la actualidad, el club tiene cerrada la inscripción de socios por estos motivos. Pompilio, quien aspira a suceder a Macri en el poder, aseguró que "cada día es mayor la demanda de entradas para los partidos de Boca en su estadio, no sólo desde todos los rincones del país sino también del mundo".
Mudanza de La Bombonera, ¿sí o no? La intención política está, pero parece que va a hacer falta algo más que eso. Por ejemplo, conocer qué piensa el hincha.