Las otras caras de La Nación: evasión y embargos
La popular receta “haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago” está hecha a medida para la familia Saguier, dueños del diario La Nación. Su “tribuna de doctrina” históricamente le habló al ser civilizado y nacional que cumple con todas las de la ley. Sin embargo, la investigación por presunta evasión tributaria en su contra, parece escaparle a esa ideología.
Matilde Ana María Noble Mitre de Saguier y su hijo, Alejandro Julio Saguier, principales accionistas del matutino, fueron procesados por intentar evadir 822 mil pesos al fisco. Se ordenó un embargo en su contra por diez millones de pesos y quedaron sujetos a la posibilidad de una condena excarcelable de entre 2 y 6 años.
La novela judicial empezó en 2002 cuando la Administradora Federal de Ingresos Públicos (AFIP) presentó dos denuncias que recayeron en el juez penal tributario Javier López Biscayart, el mismo que siguió la causa Skanska.
La primera, que hablaba de una supuesta “evasión fiscal agravada”, prescribió por una maniobra legal del ex árbitro y juez, Guillermo Marconi. Pero la segunda, caratulada como “evasión simple”, siguió su curso hasta que en marzo de 2007, López Biscayart sentenció a la viuda de Julio César Saguier como “autora penalmente responsable” y a Alejandro Saguier como “partícipe primario”.
Las supuestas irregularidades surgen del balance presentado a la AFIP en el 2000. Allí se detectó que 2.482.953 pesos del ejercicio no habían sido gravados, ubicados por Matilde en el rubro “otros ingresos exentos o no gravados”.
Los abogados defensores de la familia que desplazó a los Mitre del paquete accionario de La Nación intentaron probar que hubo un préstamo entre distintas firmas del mismo grupo. Según los letrados, la ruta del dinero empezó con un depósito en una cuenta local del MNMS Holding (que controla S.A La Nación), luego transferido a Matilde Saguier Corp (en el paraíso fiscal de las Islas Caimán) y desde allí regresó a Buenos Aires, a los bolsillos de Noble Mitre de Saguier.
Pero la Justicia probó que las fechas no cerraban. En el año 2000, la mujer no formaba parte del grupo accionario dueño del diario La Nación, ni de MNMS Holding S.A., por lo que su vinculación con esas empresas era nula. López Biscayart sostuvo que todo fue una maniobra para eludir el pago de impuestos.
La noticia, claro está, no tuvo lugar en ningún rincón de las hojas tamaño sábana. Capaz por eso tampoco llegó a los accionistas de la sociedad, que en mayo pasado reeligieron a los Saguier frente al directorio.
Mientras tanto, y a pesar de que por presión de la familia Saguier la Sala B de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal Económico no confirmó el fallo de López Biscayart, el magistrado seguirá investigando a esta familia, en una causa que no conocerá la letra de molde. Varias veces López Biscayart tuvo problemas con esta Sala, pero finalmente la tenacidad puesta por el juez terminó confirmando todos sus procesamientos. López Biscayart tiene acorralada a la familia Saguier y la Sala B no podrá salvarla.
Fuente: El Argentino.com
La popular receta “haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago” está hecha a medida para la familia Saguier, dueños del diario La Nación. Su “tribuna de doctrina” históricamente le habló al ser civilizado y nacional que cumple con todas las de la ley. Sin embargo, la investigación por presunta evasión tributaria en su contra, parece escaparle a esa ideología.
Matilde Ana María Noble Mitre de Saguier y su hijo, Alejandro Julio Saguier, principales accionistas del matutino, fueron procesados por intentar evadir 822 mil pesos al fisco. Se ordenó un embargo en su contra por diez millones de pesos y quedaron sujetos a la posibilidad de una condena excarcelable de entre 2 y 6 años.
La novela judicial empezó en 2002 cuando la Administradora Federal de Ingresos Públicos (AFIP) presentó dos denuncias que recayeron en el juez penal tributario Javier López Biscayart, el mismo que siguió la causa Skanska.
La primera, que hablaba de una supuesta “evasión fiscal agravada”, prescribió por una maniobra legal del ex árbitro y juez, Guillermo Marconi. Pero la segunda, caratulada como “evasión simple”, siguió su curso hasta que en marzo de 2007, López Biscayart sentenció a la viuda de Julio César Saguier como “autora penalmente responsable” y a Alejandro Saguier como “partícipe primario”.
Las supuestas irregularidades surgen del balance presentado a la AFIP en el 2000. Allí se detectó que 2.482.953 pesos del ejercicio no habían sido gravados, ubicados por Matilde en el rubro “otros ingresos exentos o no gravados”.
Los abogados defensores de la familia que desplazó a los Mitre del paquete accionario de La Nación intentaron probar que hubo un préstamo entre distintas firmas del mismo grupo. Según los letrados, la ruta del dinero empezó con un depósito en una cuenta local del MNMS Holding (que controla S.A La Nación), luego transferido a Matilde Saguier Corp (en el paraíso fiscal de las Islas Caimán) y desde allí regresó a Buenos Aires, a los bolsillos de Noble Mitre de Saguier.
Pero la Justicia probó que las fechas no cerraban. En el año 2000, la mujer no formaba parte del grupo accionario dueño del diario La Nación, ni de MNMS Holding S.A., por lo que su vinculación con esas empresas era nula. López Biscayart sostuvo que todo fue una maniobra para eludir el pago de impuestos.
La noticia, claro está, no tuvo lugar en ningún rincón de las hojas tamaño sábana. Capaz por eso tampoco llegó a los accionistas de la sociedad, que en mayo pasado reeligieron a los Saguier frente al directorio.
Mientras tanto, y a pesar de que por presión de la familia Saguier la Sala B de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal Económico no confirmó el fallo de López Biscayart, el magistrado seguirá investigando a esta familia, en una causa que no conocerá la letra de molde. Varias veces López Biscayart tuvo problemas con esta Sala, pero finalmente la tenacidad puesta por el juez terminó confirmando todos sus procesamientos. López Biscayart tiene acorralada a la familia Saguier y la Sala B no podrá salvarla.
Fuente: El Argentino.com