Sebasg1973
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Un tribunal penal de El Cairo; Egipto, condenó a pena de muerte a Hisham Talaat Mustafa, empresario e integrante del gobierno egipcio acusado de instigar el asesinato de la cantante libanesa Suzanne Tamim, degollada en Dubai el 28 de julio de 2008.
El presidente del tribunal, Muhammadi Qansu, también dictó sentencia de muerte contra Mohsen al Sukari, un antiguo oficial de las fuerzas de seguridad egipcias, acusado de ser el autor material de los hechos.
El proceso, que empezó el pasado 18 de octubre, despertó gran expectativa en todo el mundo árabe, hasta el punto de que pocas semanas después de su comienzo ya se habían escrito varios libros, lo que empujó al juez a decretar el secreto de sumario.
Talaat, millonario empresario de 49 años, senador y miembro de los principales órganos del partido gobernante, compareció en la celda de los acusados ante el Tribunal de Bab al Luq en el sur de El Cairo.
Varios familiares del principal acusado, presentes en la sala, rompieron a llorar una vez que el juez emitió la sentencia de muerte.
Inmediatamente después, los acusados fueron evacuados para evitar que se produjeran altercados en la entrada de los juzgados, donde se habían concentrado cientos de personas y numerosos medios de información.
"El juicio de la década" o "el juicio del dinero y el poder", fueron algunos de los titulares con los que en los primeros días abrieron numerosos periódico sus ediciones.
Una parte de la opinión pública considera que todo es parte de un montaje del sistema para simular que nadie está por encima de la justicia, mientras que para otra, el juicio responde a un ajuste de cuentas entre los altos responsables del partido gobernante.
Según los medios locales, Talaat mantuvo una relación sentimental con la cantante libanesa y pagó a Al Sukari cerca de un millón de dólares para que la matara, después de que ella lo abandonara y se fuera a vivir a Dubai, en Emiratos Árabes Unidos.
Suzanne
Hisham Talaat Mustafa, el empresario
El presidente del tribunal, Muhammadi Qansu, también dictó sentencia de muerte contra Mohsen al Sukari, un antiguo oficial de las fuerzas de seguridad egipcias, acusado de ser el autor material de los hechos.
El proceso, que empezó el pasado 18 de octubre, despertó gran expectativa en todo el mundo árabe, hasta el punto de que pocas semanas después de su comienzo ya se habían escrito varios libros, lo que empujó al juez a decretar el secreto de sumario.
Talaat, millonario empresario de 49 años, senador y miembro de los principales órganos del partido gobernante, compareció en la celda de los acusados ante el Tribunal de Bab al Luq en el sur de El Cairo.
Varios familiares del principal acusado, presentes en la sala, rompieron a llorar una vez que el juez emitió la sentencia de muerte.
Inmediatamente después, los acusados fueron evacuados para evitar que se produjeran altercados en la entrada de los juzgados, donde se habían concentrado cientos de personas y numerosos medios de información.
"El juicio de la década" o "el juicio del dinero y el poder", fueron algunos de los titulares con los que en los primeros días abrieron numerosos periódico sus ediciones.
Una parte de la opinión pública considera que todo es parte de un montaje del sistema para simular que nadie está por encima de la justicia, mientras que para otra, el juicio responde a un ajuste de cuentas entre los altos responsables del partido gobernante.
Según los medios locales, Talaat mantuvo una relación sentimental con la cantante libanesa y pagó a Al Sukari cerca de un millón de dólares para que la matara, después de que ella lo abandonara y se fuera a vivir a Dubai, en Emiratos Árabes Unidos.
Suzanne
Hisham Talaat Mustafa, el empresario