El economista que anticipó la crisis hizo un sombrío pronóstico sobre la Argentina
Nouriel Roubini auguró que se "acelerará el descenso del PBI" en el país debido a la fragilidad de la confianza doméstica "por políticas hostiles, inflación alta y empeoramiento en la dinámica de trabajo"
Por Martín Kanenguiser
Especial para lanacion.com
Nouriel Roubini, el hombre que anticipó con precisión antes que ningún otro economista la profundidad de la crisis de Estados Unidos, dio a conocer ayer en un informe para inversores a través de su página de internet un sombrío pronóstico sobre la Argentina, con una serie de consideraciones económicas y políticas que vale la pena tomar en cuenta.
-La actividad económica disminuirá bruscamente en 2009 a consecuencia de condiciones externas adversas y una demanda doméstica azotada. La perspectiva pobre del crecimiento, precios de materias primas bajos y acceso escaso al crédito empeorarán una economía ya débil. Además, la confianza doméstica que está en un nivel frágil, por políticas hostiles, inflación alta y empeoramiento en la dinámica de trabajo, acelerará el descenso del PBI.
-El PBI se contraerá 1,9% interanual en 2009, basado en descensos agudos en el consumo (-1.5%) y la inversión (-8.9%). El sector externo también presentará un sendero que empeora, donde exportaciones y las importaciones disminuirán 9,6% y 11,7% respectivamente. Este pronóstico podría empeorar si el gobierno toma medidas radicales en respuesta a la crisis, empeorando la confianza y amenazando la estabilidad financiera doméstica.
-El superávit fiscal primario se reducirá en forma considerable, a pesar de transferencias robustas de seguridad social, dada la contracción en la actividad económica, reflejado en el IVA y Ganancias.
-Las expectativas de la inflación deben mejorar debido a un descenso agudo en la demanda doméstica y precios de materias primas bajos, mientras que el peso probablemente seguirá debilitándose. Se prevé una inflación del 15% y no menor por la devaluación mayor que se espera de la moneda local.
-Las mejoras recientes en el apetito global de riesgo, debido especialmente a la financiación mayor para economías emergentes, ayudará al peso argentino sólo marginalmente a causa de una gestión macroeconómica pobre y por el hecho de que los Kirchner sean reacios a considerar fondos con baja condicionalidad del FMI.
-El gobierno prefiere que una moneda débil apoyar el sector de la exportación y el Banco Central tiene los recursos para administrar una depreciación manejable. Sin embargo, esta acción es viable sólo si no hay una salida fuerte de capitales ni una corrida en los depósitos.
-Hay una probabilidad creciente de que con el adelanto de las elecciones, el ex presidente Néstor Kirchner, que todavía disfruta de popularidad alta y quizás se postule para una banca en el congreso por Buenos Aires, proporcione un empujón nacional al partido peronista, manteniendo por lo menos la mayoría en Congreso. Aunque las elecciones podrían proporcionar al Gobierno espacio para hacer cambios a la política económica actual y reducir los riesgos de una recesión más profunda y una crisis financiera, la retórica política no sugiere que ellos tomarán ese camino
Las reflexiones de un analista lejano al pensamiento ortodoxo como Roubini, crítico de los mercados y muy conocedor de la Argentina, deberían ser registradas en estas tierras, aún cuando buena parte de la energía actual de los que están a cargo de las decisiones esté colocada sobre el cierre de las listas. De este modo, se podría evitar la crisis que el Gobierno y otros sectores clave en el esquema de poder tanto dicen temer.
Nouriel Roubini auguró que se "acelerará el descenso del PBI" en el país debido a la fragilidad de la confianza doméstica "por políticas hostiles, inflación alta y empeoramiento en la dinámica de trabajo"
Por Martín Kanenguiser
Especial para lanacion.com
Nouriel Roubini, el hombre que anticipó con precisión antes que ningún otro economista la profundidad de la crisis de Estados Unidos, dio a conocer ayer en un informe para inversores a través de su página de internet un sombrío pronóstico sobre la Argentina, con una serie de consideraciones económicas y políticas que vale la pena tomar en cuenta.
-La actividad económica disminuirá bruscamente en 2009 a consecuencia de condiciones externas adversas y una demanda doméstica azotada. La perspectiva pobre del crecimiento, precios de materias primas bajos y acceso escaso al crédito empeorarán una economía ya débil. Además, la confianza doméstica que está en un nivel frágil, por políticas hostiles, inflación alta y empeoramiento en la dinámica de trabajo, acelerará el descenso del PBI.
-El PBI se contraerá 1,9% interanual en 2009, basado en descensos agudos en el consumo (-1.5%) y la inversión (-8.9%). El sector externo también presentará un sendero que empeora, donde exportaciones y las importaciones disminuirán 9,6% y 11,7% respectivamente. Este pronóstico podría empeorar si el gobierno toma medidas radicales en respuesta a la crisis, empeorando la confianza y amenazando la estabilidad financiera doméstica.
-El superávit fiscal primario se reducirá en forma considerable, a pesar de transferencias robustas de seguridad social, dada la contracción en la actividad económica, reflejado en el IVA y Ganancias.
-Las expectativas de la inflación deben mejorar debido a un descenso agudo en la demanda doméstica y precios de materias primas bajos, mientras que el peso probablemente seguirá debilitándose. Se prevé una inflación del 15% y no menor por la devaluación mayor que se espera de la moneda local.
-Las mejoras recientes en el apetito global de riesgo, debido especialmente a la financiación mayor para economías emergentes, ayudará al peso argentino sólo marginalmente a causa de una gestión macroeconómica pobre y por el hecho de que los Kirchner sean reacios a considerar fondos con baja condicionalidad del FMI.
-El gobierno prefiere que una moneda débil apoyar el sector de la exportación y el Banco Central tiene los recursos para administrar una depreciación manejable. Sin embargo, esta acción es viable sólo si no hay una salida fuerte de capitales ni una corrida en los depósitos.
-Hay una probabilidad creciente de que con el adelanto de las elecciones, el ex presidente Néstor Kirchner, que todavía disfruta de popularidad alta y quizás se postule para una banca en el congreso por Buenos Aires, proporcione un empujón nacional al partido peronista, manteniendo por lo menos la mayoría en Congreso. Aunque las elecciones podrían proporcionar al Gobierno espacio para hacer cambios a la política económica actual y reducir los riesgos de una recesión más profunda y una crisis financiera, la retórica política no sugiere que ellos tomarán ese camino
Las reflexiones de un analista lejano al pensamiento ortodoxo como Roubini, crítico de los mercados y muy conocedor de la Argentina, deberían ser registradas en estas tierras, aún cuando buena parte de la energía actual de los que están a cargo de las decisiones esté colocada sobre el cierre de las listas. De este modo, se podría evitar la crisis que el Gobierno y otros sectores clave en el esquema de poder tanto dicen temer.