Tras los pasos de King (I)
Las crónicas de un viaje detrás de Stephen King
Ariel Bosi - Exclusivo para INSOMNIA - El universo de Stephen King

Durante los primeros días del pasado mes de abril, cuando la campaña de promoción de Under the Dome daba sus primeros pasos, me enteré que iba a haber un evento de presentación del mismo, con firma de ejemplares incluida, en varias ciudades de EEUU. No era muy extraño, ya que el libro prometía y mucho. Y terminó cumpliendo con creces en mi opinión, tal como lo mencioné en la crítica del mes pasado.
Pero tampoco era lo usual: King no es muy fanático de ese tipo de eventos, hacía muchos años que no hacía uno, y menos tan masivo como se viene anunciando este (al momento, todavía quedan un par de ciudades, incluyendo Toronto en Canadá). Si bien no había confirmaciones definitivas, se sabía que el tour comenzaría en Nueva York, pasando a Baltimore o Washington, Atlanta, Florida y luego de algunas semanas llegaría a New Hampshire.
Hablando con un amigo de España del tema, me dice que estaba barajando viajar a Nueva York para la presentación. Recuerdo que lo primero que pensé fue “¡Qué bueno estaría poder ir a la presentación de una obra así!”. Eran las 10 AM de un miércoles… y no pude trabajar en todo el día: la idea ya estaba instalada en mi cabeza y me la pasé haciendo cuentas, cálculos y demás. No iba a ser NADA fácil (y menos para alguien a quien la plata se le suele ir de los bolsillos mucho más rápido de lo que tardo en ganarla), pero eso nunca fue impedimento de nada. Llegué a la noche a mi casa, le comenté a mi novia, quien por cuestiones de trabajo no iba a poder acompañarme, y me dijo “y… solo te falta conocer a King, tenés que ir”. El primer paso estaba dado. Comencé mi campaña de ahorro forzoso, mientras comenzaba a tomar nota de pasajes, hoteles y costos.
Tal como en el viaje anterior, si bien la idea inicial fue individual, es mejor hacerlo con amigos. Esta vez, luego de mi constantes SMS y mails, un amigo escritor (y obviamente fan de King) llamado Federico Axat (del que oirán hablar muy pronto, puesto que su primer libro saldrá publicado por Suma de Letras a comienzos de 2010) accedió a acompañarme. Ni falta hace mencionar que el tiempo literalmente “voló”, y el 7 de noviembre, luego de poco más de un año, volví a tomarme el Airtrain, el subte de Queens a Manhattan, el Path para Jersey City, y volví a firmar mi nombre en el Holland Motor Lodge Hotel de Nueva Jersey. Pero antes de llegar al hotel, a solo una cuadra, me encuentro con Oscar Sendin y Silvia Astasio. Si no les suena el primer nombre, bueno… abran el libro Duma Key en su edición castellana y fíjense quien lo tradujo. Fue él aquel amigo que mencionaba que me había plantado la idea de viajar, y finalmente nos encontrábamos.
Llegamos al hotel (Fede ya estaba allí, puesto que había viajado un día antes), y, debido a que ya era tarde, solo logramos ir a cenar y planificar a grandes rasgos los días siguientes. Iba a ser el 8 de noviembre el verdadero primer día en la gran manzana.

El primer día completo en Nueva York lo utilizamos paseando, visitando librerías, comiquerías y, por sobre todo, charlando mucho, planificando e imaginando como serían los días siguientes, lo que iba a ser verlo a Stephen King en vivo, a metros nuestro. A diferencia del anterior viaje, este iba a ser pura y exclusivamente temático. Y como no podía ser de otra manera, todos los caminos llevaban a… la 42 y la 2da avenida, donde en la saga está el solar en el que hay una rosa...
Pero camino a ella, tuvimos un pequeño episodio en la esquina de la 43 y la 5ta avenida. Por un momento, Jake y Jack Mort estuvieron en escena…

Por suerte no me atropelló ningún auto.
A las pocas cuadras, llegamos al lugar obligatorio de visita de cualquier fan de Stephen King que pise Nueva York.


Y si el año pasado había tirado un centavo y pedido los tres deseos, esta vez no pude ser menos y repetir el acto… incluyendo traerme en un frasquito un poco de agua. Y si…no puedo conmigo mismo.

Por supuesto cruzamos y nos sacamos fotos en la puerta del 2 Dag Hammarskjold Plaza. Fue luego de esta foto cuando Oscar me preguntó si había visto la tortuga. “¿Qué tortuga?” pregunté yo… y si… me había perdido esto en el viaje anterior.

Por cierto, las fotos son de noche, pero en Nueva York eran las… ¡5:20 de la tarde! Anochece MUY temprano en otoño e invierno…
Terminamos el día comprando unos cuantos libros en la impresionante librería Strand, volvimos al hotel y nos preparamos para el día siguiente, en donde alquilamos un auto y nos fuimos a visitar a un amigo en Connecticut que quizás recuerden del año pasado…

Acá estoy nuevamente en la casa de Michael Whelan, el increíble ilustrador de The Gunslinger, The Dark Tower y Firestarter (por solo mencionar las obras de King). Y si… ese cuadro es el original de la ilustración publicada en Little Sisters of Eluria.
Esta vez pasamos más de dos horas y media en la casa, y además del artista, su mujer Audrey, Federico y yo, se nos sumó otro amigo coleccionista, nuevo dueño de Betts Bookstore y modelo del papel de Padre Callahan en el nuevo proyecto basado en The Dark Tower, titulado Discordia.
Realmente fue una experiencia increíble estar tomando la merienda en la casa de los Whelan, charlando de todo, contándonos Michael sobre su viaje a Holanda (realizado pocas semanas antes). Luego de la merienda nos trajo dos cajas en donde pudimos ver, en exclusiva, todas las ilustraciones que formarán parte de Discordia. Otro momento sublime, tener todas esas ilustraciones en nuestras manos, palparlas. Realmente no se puede ni comparar verlas en su tamaño natural que verlas en el libro, donde varios detalles pueden llegar a pasar desapercibidos. Con Fede no podíamos parar de quedarnos mudos y mirarnos sin saber que decir.
En la otra caja había cinco de los remarques que estaba realizado para la edición limitada de Knowing Darkness. Cuatro de ellos ya se han visto antes, puesto que son imágenes del hombre de negro. Pero el quinto fue una verdadera sorpresa. Afortunado será aquel que reciba su copia con un remarque del vampiro Barlow, de Salem’s Lot. Una imagen PERFECTA.
Luego fue el momento en donde Michael accedió a firmarnos todos los libros y láminas que habíamos llevado. Aquí puede verse el momento donde está firmando mi ejemplar de La Torre Oscura VII.

Continuamos charlando sobre Discordia, el evento de King que iba a tener lugar mañana. Impagable cuando Audrey contó una anécdota sobre la presentación del último volumen de la saga, donde King y Whelan hicieron un evento de firmas conjunto. En un momento King va al baño y a la salida se la cruza a Audrey, quien lo saluda. King parecía no reconocerla, por lo que Audrey le dice quien era. Ahí King le da un abrazo y le dice que había pasado mucho tiempo y no recordaba la última vez que se habían encontrado. Audrey le menciona que había sido en los años 80, en una fiesta, a lo que King contesta “¡Oh! ¡los tiempos de bebida! ¡Con razón no me acuerdo!” (“Those were the booze times!”), y otras cosas no vinculadas a King. Michael en un momento nos llama y nos lleva a uno de sus estudios. Comienza a abrir cajones y me empieza a pasar los cuadros originales, bocetos y más. Yo ya no sabía ni que decir… pedía permiso por cada foto sacada, a lo que Michael decía “Go on, take all the ones you want”. Y si…no pude evitar sacar una foto de esta:

Luego de más de dos horas y media en la casa, habiendo pasado más de 20 minutos en cada uno de sus estudios (¡tiene cuatro estudios en total! Todavía hoy no puedo creer que estuve en esas habitaciones en donde se conciben semejantes obras de arte), compramos un par de láminas, nos sacamos un par de fotos, saludamos y nos retiramos, llevándonos de regalo algunas atenciones de los Whelans (como una remera promocional de The Dark Tower VII, postales con ilustraciones de Michael y algo único: un mapa realizado por Michael sobre como salir de su casa y tomar la ruta para Nueva Jersey). Realmente fue un gusto y un placer increíble volver a visitarlos y espero que no sea la última vez.
Aquí puede verse el hermoso barrio en el que vive (Michael mencionó que cuando necesita inspiración sale a caminar. Por supuesto que se entiende perfectamente que los resultados funcionen tan bien).

Aquí estamos, de izquierda a derecha, David Williamson, nuevo dueño de Betts Bookstore y modelo de Michael Whelan para el papel del Padre Callahan, yo, Michael Whelan y Fede, en la puerta de la casa de los Whelans.

Así terminó el segundo día en EEUU, llegando a Nueva Jersey y preparándonos para una maratón que incluyó tres encuentros con Stephen King. Pero eso es material para el próximo mes. Por lo pronto, los dejo con el adorno de Halloween que franqueaba la casa de Michael y Audrey Whelan.
