Tras los pasos de King (II)
Tal como les conté el pasado mes, los días previos al evento de presentación de Under the Dome en Nueva York fueron relativamente tranquilos, con la visita al sitio donde está The Dark Tower, recorrida por librerías, comiquerías y más, concluyendo en otra parada en la casa del genial Michael Whelan.
El esperado 10 de noviembre comenzó a las 6:30 AM. Quienes me conocen personalmente saben que soy ese tipo de personas que se levantan en el último momento posible, cuando, sea cual sea el compromiso, ya estoy llegando tarde.
O sea, para que me levante a las 6:30 tenía que haber una buena razón: Stephen King iba a estar en el programa Good Morning America, el cual se filma en la planta baja de un edificio en pleno centro de Manhattan. Así que llegamos allí con la esperanza de conseguir que King a la salida firmase algunos ejemplares (por segunda vez había llevado a EEUU una primera edición de IT en tapas duras). El show se puede ver desde afuera tranquilamente (los conductores están a escasos 4 metros de la vereda, solo separados por un vidrio), pero King aún no había llegado y ya había unas quince personas cerca de una puerta lateral con ejemplares para firmar, por lo que nos dirigimos hacia allí a esperar.

Luego de unos 15 minutos, luego de muchos años leyendo y volviéndome fanático del autor, lo vimos por primera vez en vivo. Por turnos (y para no perder el lugar en la fila), fuimos hacia un lugar donde se viese el show…

Como podrán ver, todo el programa se filma a pocos metros de la calle.

Luego de unos cinco minutos, King salió de escena, por lo que todos en la fila (coincidencia, éramos 19 en total en ese momento) nos fuimos preparando para su salida. Y, a pesar de todos tratar de autoconvencernos de que al ser tan pocos King iba a firmar los ejemplares, la salida de King y posterior entrada al auto que lo estaba esperando duró menos de dos segundos, así que nos fuimos de ahí con sensaciones encontradas: lo habíamos visto, pero nuestros ejemplares volvían tal como habían llegado. En fin…todo no se podía.
Eran las nueve de la mañana y faltaban muchas horas para el evento en el Times Theater, el cual iba a tener lugar a las 7 de la tarde. Por ende, aprovechamos para ir a desayunar y seguir paseando. En el medio aproveché y pasé por Scribner, donde me encontré con amiga que trabaja ahí. Estuvimos unos 45 minutos charlando, donde me confirmó que King hacía este evento para dar una mano, porque las ventas del año no habían sido para nada buenas en la editorial, y también recibió un regalo que Fede y yo le dejamos para Stephen King (el cual, según me dijo, ya está en la oficina de King y, con un poco de suerte, ya lo tiene el propio autor). Abandoné el lugar con una caja repleta con cuatro diferentes ediciones de Under the Dome, incluyendo una firmada por King. También pasamos por el teatro a buscar las entradas, mas las mismas iban a ser entregadas a partir de las cinco de la tarde. Un televisor anunciaba el evento.

A las cuatro de la tarde fuimos al teatro a hacer la cola y encontrarnos con un amigo con el cual no había podido encontrarme en mi anterior viaje. Su nombre es Mark Stutzman y es el genial artista que hizo el arte de tapa de Everything’s Eventual, Cell, Duma Key, From a Buick 8 y Lisey’s Stor”. Llevo hablando por email con Mark desde el 2006, y cuando le conté del evento en Nueva York, allá por abril, me dijo que se iba a sumar así nos conocíamos personalmente.
Mark resultó ser tal como se muestra por email: un tipazo. Todos quedaron más que conformes al conocerlo y ya está la promesa de encontrarnos los cinco la próxima vez que haya otro evento así en Nueva York.
Luego de esperar un rato en la fila (éramos de los primeros), se sumaron a nuestro lugar David (el nuevo dueño de Betts Bookstore, de quien hablé en la primera parte de la nota) y otro coleccionista amigo llamado Craig, quien vino con su mujer desde Scranton, Pennsylvannia (¿les suena “The Office”?) para el evento.
Como pasa siempre que uno la pasa bien, el tiempo se fue volando y, al ratito, ya estábamos entrando al teatro. En ese momento se acercó uno de los organizadores y entregó a cada uno en la fila una carta. Si el reverso de la misma tenía una figura o número, a la salida del evento se podía adquirir una copia firmada del libro a precio de tapa. De las ocho personas que éramos, solo Oscar sacó una carta en blanco, pero, como contaré luego, no iba a ser un impedimento para conseguir la copia.
Entramos al teatro y conseguimos asientos en las primeras dos filas. O sea… ¡teníamos al escenario a escasos tres metros! Aproximadamente a las 8:30 el escenario se iluminó bien y apareció King y su entrevistadora. Tal como se había estipulado, no se permitía tomar fotografías, pero el evento fue filmado y transmitido en directo a más de 60 cines a lo largo del territorio estadounidense (se pueden ver algunos fragmentos en YouTube). Y ahora si… a diferencia de la vista a la mañana, tenerlo a King hablando durante más de una hora y media a solo tres metros, ya cumplió todas nuestras expectativas. Hizo chistes, contó los proyectos e ideas que tenía (un nuevo volumen de The Dark Tower que va a tener lugar entre el cuarto y el quinto volumen, la idea de hacer una segunda parte de The Shining que involucrase solo a Danny Torrance, otra novela que juntase a Jessie, Dolores y Rose de la trilogía de heroínas, y más), en fin. King se caracteriza por tener bastante de showman y no le falló a nadie.
Sobre el final la gente de la audiencia podía hacerle preguntas (yo tenía una preparada, pero al final opté por no hacerla) y, tras casi dos horas, King se paró, saludó a todos y se despidió. El aplauso duró varios minutos.
Salimos del teatro y decidimos ir a cenar todos. Pero antes tuvimos casi una hora de demora para conseguir comprar el ejemplar firmado. Y, como habían sobrado varios luego de que todos los que habíamos sacado una “buena” carta, quienes sacaron u na carta en blanco pudieron comprar su ejemplar, por lo que Oscar consiguió su ejemplar. Y…sobraron más ejemplares, así que todo aquel que quisiese uno podía volver a pasar y comprar. En fin… entre los ocho adquirimos más de 18 ejemplares. Aproximadamente a las 23 hs salimos del teatro y buscamos un lugar para cenar. Terminamos en un restaurant a pocas cuadras de ahí, cenando todos juntos y charlando sobre el evento, el viaje y más. Personalmente es otro de los momentos que más atesoro del viaje.

Finalmente, poco después de las doce y media del 11 de noviembre nos despedimos y volvimos al hotel. Íbamos a tener solo dos horas para dormir antes de subir al auto y viajar para Baltimore. Pero bueno… todo el evento de Baltimore (el cual tuvo MUCHAS sorpresas, incluyendo una entrevista en vivo para Fox) para la próxima.