Un video oficial demuestra que hay diputados que votan doble
Atardecer del jueves 4 de diciembre. Recinto de la Legislatura porteña. El vicepresidente primero del cuerpo, Diego Santilli, anuncia que se va a votar el proyecto que está en discusión, un acuerdo de cooperación entre la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Chubut. De los 26 diputados que tiene el bloque macrista hay 20 sentados. Los restantes dieron el presente, pero no están en sus bancas. Santilli habilita la votación nominal. El cuerpo vota. “¿Resultado?”, pregunta el jefe del cuerpo. El proyecto queda aprobado. Misteriosamente 22 legisladores de PRO figuran en la lista de los votos positivos. El video del circuito cerrado de TV revela el enigma: dos diputados oficialistas, entre ellos el presidente del bloque, emiten dos veces el voto cada uno. Una vez por ellos y la segunda en la banca de otros compañeros que no estaban sentados. La maniobra, prohibida por el reglamento de la Legislatura y tipificada en el Código Penal como un delito contra la administración pública, pone en dudas la transparencia de la sanción de las leyes en la Ciudad.
El mismo día que la oposición nacional –incluido el PRO– encabezó una cruzada contra el kirchnerismo por el modo en que consiguió 128 votos para sancionar el blanqueo de capitales en la Cámara de Diputados, Crítica de la Argentina accedió en forma exclusiva al video oficial de la 33a sesión ordinaria de la Legislatura, donde quedó registrado el movimiento en falso de la votación local.
En la tercera fila de bancas, a la izquierda del recinto, se sientan Daniel Amoroso, Silvia Majdalani, Cristian Ritondo y el presidente del bloque, Oscar Moscariello, en ese orden. La escena transcurre después de las 20 del jueves 4 de diciembre. Apenas se inicia la sesión, Amoroso y Ritondo dejan sus lugares y se acercan al jefe de la bancada K, Diego Kravetz, para negociar modificaciones de un proyecto que tratarán a continuación. Mientras discuten, la sesión continúa. Cuando llega el momento de la primera votación nominal, están fuera de sus lugares. En el video se ve cómo Ritondo le hace un gesto a Majdalani. Ella vota por sí misma y luego por él. Moscariello emite su propio voto durante la votación en general, pero en la discusión en particular vota desde la consola de Ritondo y él queda como ausente, aunque está en su banca.
El diputado y destituido jefe de Gobierno Aníbal Ibarra advierte la movida, pide la palabra y pregunta con sarcasmo: “¿La votación se hace apretando el botón o también en forma inalámbrica?”. Santilli responde, con el mismo tono: “Apretando el botón”.
El reglamento de la Legislatura es claro: establece que el presidente del cuerpo, al momento de la votación, debe llamar a los diputados para que emitan su voto. Están obligados a opinar en forma positiva o negativa y sólo pueden abstenerse con autorización del cuerpo. Pero la votación tercerizada no está prevista. Sí figura, en cambio, como un delito en el Código Penal: “Será reprimido con prisión de un mes a un año e inhabilitación especial por doble tiempo el funcionario público que ejerciere funciones correspondientes a otro cargo”.
Todos los involucrados en la historia fueron consultados por este diario.
Descargo 1: Oscar Moscariello
–¿Por qué vota en lugar de otro diputado?
–Eso ocurre solamente cuando Cristian (Ritondo) se levanta de la banca y está en el recinto. A lo mejor, se fue a hacer una gestión y uno hace eso. Pero nunca se hace para cambiar el número.
–¿Pero se da cuenta de que es una irregularidad?
–No te lo puedo negar. Pero no se le ha usurpado el voto a ningún compañero. Va a generar un escandalete injusto y gratuito.
Descargo 2: Silvia Majdalani
–¿Advierte la gravedad del episodio?
–No actué con dolo. Estaban los legisladores presentes. Cuando les queda lejos, me dicen “Turca, votame”. Ellos son muy inquietos. Nunca permitiría que esto se hiciera para alterar un resultado.
Descargo 3: Cristian Ritondo
–¿Usted permite que alguien vote por usted?
–Es que yo estoy ahí, corrigiendo artículos, negociando con la oposición. Y hacés señas para que te voten porque no llegás.
Descargo 4: Daniel Amoroso
–¿Por qué usted no votó?
–Estaba en la otra punta, en el recinto, discutiendo otras leyes. Y la Turca votó por mí. Lo grave sería que hubiera estado en el baño y que votaran en mi lugar. Pero eso nunca ocurrió.
La maniobra, con o sin justificaciones, demuestra lo vulnerable y precario del sistema de votación de la Legislatura de la Ciudad, que no prevé ningún mecanismo de seguridad para evitar votos truchos o simulados. En la Cámara de Diputados de la Nación es necesario que el legislador se identifique con la huella dactilar, y en el Senado, más frágil, con una tarjeta personal. Durante unos meses en 2006 funcionó un mecanismo: cada legislador debía ingresar una clave secreta antes de votar. Lo eliminaron porque “demoraba” las sesiones.
Fuente: Crítica Digital Sábado 13 de Diciembre de 2008
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Atardecer del jueves 4 de diciembre. Recinto de la Legislatura porteña. El vicepresidente primero del cuerpo, Diego Santilli, anuncia que se va a votar el proyecto que está en discusión, un acuerdo de cooperación entre la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Chubut. De los 26 diputados que tiene el bloque macrista hay 20 sentados. Los restantes dieron el presente, pero no están en sus bancas. Santilli habilita la votación nominal. El cuerpo vota. “¿Resultado?”, pregunta el jefe del cuerpo. El proyecto queda aprobado. Misteriosamente 22 legisladores de PRO figuran en la lista de los votos positivos. El video del circuito cerrado de TV revela el enigma: dos diputados oficialistas, entre ellos el presidente del bloque, emiten dos veces el voto cada uno. Una vez por ellos y la segunda en la banca de otros compañeros que no estaban sentados. La maniobra, prohibida por el reglamento de la Legislatura y tipificada en el Código Penal como un delito contra la administración pública, pone en dudas la transparencia de la sanción de las leyes en la Ciudad.
El mismo día que la oposición nacional –incluido el PRO– encabezó una cruzada contra el kirchnerismo por el modo en que consiguió 128 votos para sancionar el blanqueo de capitales en la Cámara de Diputados, Crítica de la Argentina accedió en forma exclusiva al video oficial de la 33a sesión ordinaria de la Legislatura, donde quedó registrado el movimiento en falso de la votación local.
En la tercera fila de bancas, a la izquierda del recinto, se sientan Daniel Amoroso, Silvia Majdalani, Cristian Ritondo y el presidente del bloque, Oscar Moscariello, en ese orden. La escena transcurre después de las 20 del jueves 4 de diciembre. Apenas se inicia la sesión, Amoroso y Ritondo dejan sus lugares y se acercan al jefe de la bancada K, Diego Kravetz, para negociar modificaciones de un proyecto que tratarán a continuación. Mientras discuten, la sesión continúa. Cuando llega el momento de la primera votación nominal, están fuera de sus lugares. En el video se ve cómo Ritondo le hace un gesto a Majdalani. Ella vota por sí misma y luego por él. Moscariello emite su propio voto durante la votación en general, pero en la discusión en particular vota desde la consola de Ritondo y él queda como ausente, aunque está en su banca.
El diputado y destituido jefe de Gobierno Aníbal Ibarra advierte la movida, pide la palabra y pregunta con sarcasmo: “¿La votación se hace apretando el botón o también en forma inalámbrica?”. Santilli responde, con el mismo tono: “Apretando el botón”.
El reglamento de la Legislatura es claro: establece que el presidente del cuerpo, al momento de la votación, debe llamar a los diputados para que emitan su voto. Están obligados a opinar en forma positiva o negativa y sólo pueden abstenerse con autorización del cuerpo. Pero la votación tercerizada no está prevista. Sí figura, en cambio, como un delito en el Código Penal: “Será reprimido con prisión de un mes a un año e inhabilitación especial por doble tiempo el funcionario público que ejerciere funciones correspondientes a otro cargo”.
Todos los involucrados en la historia fueron consultados por este diario.
Descargo 1: Oscar Moscariello
–¿Por qué vota en lugar de otro diputado?
–Eso ocurre solamente cuando Cristian (Ritondo) se levanta de la banca y está en el recinto. A lo mejor, se fue a hacer una gestión y uno hace eso. Pero nunca se hace para cambiar el número.
–¿Pero se da cuenta de que es una irregularidad?
–No te lo puedo negar. Pero no se le ha usurpado el voto a ningún compañero. Va a generar un escandalete injusto y gratuito.
Descargo 2: Silvia Majdalani
–¿Advierte la gravedad del episodio?
–No actué con dolo. Estaban los legisladores presentes. Cuando les queda lejos, me dicen “Turca, votame”. Ellos son muy inquietos. Nunca permitiría que esto se hiciera para alterar un resultado.
Descargo 3: Cristian Ritondo
–¿Usted permite que alguien vote por usted?
–Es que yo estoy ahí, corrigiendo artículos, negociando con la oposición. Y hacés señas para que te voten porque no llegás.
Descargo 4: Daniel Amoroso
–¿Por qué usted no votó?
–Estaba en la otra punta, en el recinto, discutiendo otras leyes. Y la Turca votó por mí. Lo grave sería que hubiera estado en el baño y que votaran en mi lugar. Pero eso nunca ocurrió.
La maniobra, con o sin justificaciones, demuestra lo vulnerable y precario del sistema de votación de la Legislatura de la Ciudad, que no prevé ningún mecanismo de seguridad para evitar votos truchos o simulados. En la Cámara de Diputados de la Nación es necesario que el legislador se identifique con la huella dactilar, y en el Senado, más frágil, con una tarjeta personal. Durante unos meses en 2006 funcionó un mecanismo: cada legislador debía ingresar una clave secreta antes de votar. Lo eliminaron porque “demoraba” las sesiones.
Fuente: Crítica Digital Sábado 13 de Diciembre de 2008
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